Falacias de Montecristi
Quisiera
plantear algunos elementos para la discusión. Porque me encanta ser un tonto
útil. Es lo mío.
Pero por esta
vez quiero que dejemos la hipocresía y discutamos las cosas como son sin tratar
de acomodarlas para resaltar nuestras creencias.
Primer
elemento. La biodiversidad, nuestro patrimonio natural y cultural están
reconocidos como temas prioritarios en nuestra constitución y en innumerables
instrumentos de derecho internacional de los cuales el Ecuador es signatario.
Por supuesto hay otras prioridades importantes. El desarrollo económico, la
lucha contra la inequidad, la seguridad nacional. Y muchas veces dichas
prioridades entran en contradicción. Es común que, ante esas contradicciones,
se impongan aquellas relacionadas con el desarrollo económico. Si hay que
extraer petróleo, hacer una mina, desarrollar una urbanización, construir una
carretera, establecer un monocultivo se lo justifica apelando a la necesidad de
desarrollo. En ningún lado de la constitución o de los instrumentos
internacionales dicen que esa prioridad sea más importante, pero así se lo
maneja. Algunos defienden que se puede desarrollar actividades económicas sin
afectar el ambiente o el patrimonio cultural. Dejemos la hipocresía. Ciertas
actividades simplemente no son compatibles. Otros lo podrían ser, pero
generalmente no lo son porque no se invierte lo suficiente. Dejemos la hipocresía
de la tecnología de punta.
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El cerro de Montecristi es un sitio importante
para la biodiversidad y un patrimonio cultural. Es parte de la cordillera
costera, posee uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, el bosque seco.
Es un sitio que ha sido usado por nuestras culturas ancestrales de más de
10.000 años. Seguramente fue un sitio ceremonial y un sitio de observación. Sus
valores ambientales y culturales son indiscutibles. Seguramente no es el sitio
más biodiverso del planeta ni el más importante para la conservación, pero el
hecho de estar aislado y mantener su vegetación natural implica un valor
importante. Un valor que ha sido reconocido por el estado que lo ha declarado
bosque protector. Lo cultural también ha sido reconocido en ordenanzas
municipales y resoluciones de Asambleas Constituyentes.
Segundo
elemento. El Ecuador tiene un grave problema de seguridad nacional. El
narcotráfico y otros negocios ilícitos como la trata de personas o tráfico
ilegal de vida silvestres están presentes en Ecuador y sus implicaciones son
muy serias. Combatir esta ilegalidad es una prioridad nacional. Y por supuesto
un sistema de vigilancia del territorio es necesario. Eso incluye radares. Manabí,
al igual que otros lados, es un sitio clave. El acceso a playas poco
frecuentadas y áreas rurales relativamente aisladas la convierten en un sitio
clave los actos ilícitos. Es importante anotar que no es el único sitio peligroso
o afectado. El golfo de Guayaquil, la frontera norte son otros sitios
complicados. Pero como hablamos del cerro de Montecristi, toca pensar en
Manabí. Una de las partes más complicadas del narcotráfico es que corrompe a
diferentes estamentos de la sociedad. Algunos dicen en forma despreciativa que
pescadores, comuneros y pobladores locales están comprados por el narcotráfico.
Seguramente es cierto. Pero también los políticos, la Policía, los militares,
la función judicial, los abogados, los empresarios que lava dinero. ¿O no?
Insisto. Dejemos la hipocresía.
Tercer
elemento. Alguien decidió que un radar debe ser colocado en el cerro de
Montecristi. Aquí empieza lo bueno. Este es un ejemplo de las contracciones que
mencionaba al principio. Existe una necesidad de seguridad nacional que puede
afectar de manera potencial un par de hectáreas de vegetación natural. Me
parece tonto caer en la trampa de que dos hectáreas es muy poco. Que el
beneficio de instalar un radar es infinitamente mayor que el que nos brindan
dos hectáreas de bosque. Ya volveré a eso. Pero antes quiero hacer un
cuestionamiento.
¿Quién y bajo
qué criterios seleccionaron al cerro de Montecristi como el mejor lugar para
poner el radar? Puede parecer una pregunta tonta. Pero mi experiencia me dice
que lo más probable es que no haya habido un proceso técnico para tomar esa
decisión. Ojalá esté equivocado. Pero como digo, ya he vivido varios procesos
donde la selección de sitios es algo político y ligado a muchos intereses donde
no se usan criterios técnicos. ¿Un ejemplo cercano? El proyecto de Refinería en
El Aromo. No quiero discutir sobre el proyecto como tal y las consecuencias
actuales. Pero si decir que cuando llegó la información de que se había
seleccionado El Aromo para levantar la refinería la gente se levantó y
protestó. Y se cuestionaba como habían seleccionado el sitio. Nadie supo
responder. Jamás pudieron presentar un documento técnico que diga por qué El
Aromo era mejor que Jaramijó o que Atahualpa.
Entonces
vuelvo a la pregunta. ¿No había otro cerro mejor? Uno ya sin cobertura. Quizás
no. Quizás Montecristi es más alto, quizás está mejor ubicado. Pero sería bueno
saber y no tener la duda de si es el capricho de alguien.
Pero asumamos
que es técnicamente el mejor lugar. Y que instalar ese radar es prioritario
para la seguridad nacional. Entonces un Estado debe preocuparse y garantizar
que el patrimonio natural y cultural sea lo menos afectado posible. Aquí viene
el punto que el proyecto solo ocupará 2 hectáreas. Otra vez, ver para creer.
Muchas veces cuando se presentan los proyectos se dicen cosas como estas. Solo
vamos a usar dos hectáreas, para llegar al sitio vamos a hacer un sendero
ecológico de 6 metros de ancho. Yo supongo que aparte del radar se debe crear
una vía carrozable de acceso. Eso implica más destrucción de hábitat y también
generar un acceso para otras personas. Y acceso significa impacto. Basura,
cacería. ¿Se puede controlar? Por supuesto. Pero también se debe controlar al
personal militar. Porque no es raro que en los lugares donde controlan o
vigilan practican tiro, algunas veces con vida silvestre. Recuerden que estamos
aquí para dejar de lado la hipocresía.
Otro elemento
es que yo entiendo que había procesos incipientes o intereses de desarrollar
actividades turísticas en el cerro, incluyendo ascensiones a la cumbre. Recuerdo
que en alguna visita al municipio de Montecristi me encontré una maqueta de un
teleférico. Uno se imagina que eso debe descartarse y que quizás no es
relevante. Pero lo anoto igual. Y también supongo que a la gente de arqueología
y temas culturales le interesa el cerro y su valor patrimonial. Seguro si se
hicieran las exploraciones correspondientes se hallaría evidencia de un uso
milenario.
Lo interesante
es que, por su ubicación y altitud, seguro el cerro cumplía el mismo rol que
quieren darle ahora. Un lugar de observación y vigilancia. ¿Así qué cual es el
problema? Si las comunidades ancestrales o usaban como sitio de vigilancia,
¿Por qué la sociedad actual no puede hacerlo?
Cuarto
Elemento. Mi posición es que si puede hacerlo. No soy ecologista ni
ambientalista. Soy un técnico de conservación. Y la técnica dice que si las
cosas se manejan de manera adecuada el daño será mínimo y podría ser
compensado. Lo que pasa es que normalmente no se manejan de manera adecuada.
Lo primero
sería partir de la transparencia. Seguramente alegarán que por temas de
seguridad no se puede dar información sobre el tema. Eso me parecen excusas.
Seguro los narcotraficantes tendrán acceso al proyecto, al tipo de radar que
van a instalar, a su capacidad. Nosotros los ciudadanos de a pie quizás no lo podamos
saber, pero ellos seguramente sí. Dejemos la hipocresía.
Por
transparencia me refiero, por ejemplo, a tener información sobre el impacto
ambiental de la instalación del proyecto. Dicen los comunicados oficiales que
ya existen los permisos y registros en el Ministerio del Ambiente. Deberíamos
conocerlos. Debería ser posible constatar que solo se impacte las dos hectáreas
que dicen. Y el camino del que no he escuchado pero que seguro se necesita.
También se
debería aprovechar para hacer un plan de manejo del área e invertir en su
conservación y puesta en valor como elemento cultural de la región. Que sea un
área militar reservada no lo impide. Un ejemplo, la Puntilla de Santa Elena. Un
punto estratégico del Ecuador que muchos años fue reservado y ahora es una de
las áreas protegidas más visitadas del Ecuador. ¿Se puede? Claro, pero se
necesita visión y voluntad.
Y aquí en este
espacio aprovecho para criticar a las autoridades. ¿Qué ha hecho el Ministerio
del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, que ha hecho el gobierno provincial,
que ha hecho el Municipio de Montecristi para conservar el cerro? ¿Cuánto han
invertido? Entendería que poco o nada. Que esta situación será una buena
ocasión para que todas esas organizaciones asuman su responsabilidad. Igual el
Ministerio de Cultura y el Instituto de Patrimonio Cultural. Y de paso el
ministerio de turismo y la secretaria de riesgos. Y quien sabe cuantos más.
Hagan algo por el cerro. Pónganse de acuerdo, inviertan, ejecuten. Otra forma
de combatir el narcotráfico, aparte de poner radares, es educar a la gente,
hacerla que sienta orgullo de lo suyo, generar oportunidades económicas,
brindar espacios de recreación.
Otra idea
suelta. Que tal una reforestación. Utilizar el contingente militar para restaurar
alguna parte deforestada. Pero no para la foto. Un sitio bien seleccionado, con
objetivos claros, con árboles nativos adecuados, con monitoreo y cuidado. Así
se compensan las dos hectáreas y lo del camino.
Quinto
Elemento. La gente que protesta. Han salido algunos comuneros a protestar y he
escuchado decir que son comprados por el narcotráfico, que están inmiscuidos en
negocios con los ilegales y que protestan porque se les acaba el negocio.
Primero una infidencia. El negocio no se les va a acabar. El narcotráfico no va
a parar por un radar. No seamos aparte de hipócritas, ingenuos. Y recuerdo otra
vez quienes mas están comprados por el narcotráfico: políticos, policías,
sistema judicial, militares, empresarios, abogados. ¿Comuneros? ¿Pescadores?
Seguramente también.
Pero aquí me
indigna un poco la forma en que alegremente los descalifican. Los procesos
sociales son complejos. Las comunas son una forma de organización social que
tiene elementos ancestrales. Es una organización reconocida por el Estado. A
muchos no les gustan. Pero existen y tienen derechos. ¿Quieren quitarlos?
Cambien las leyes y la constitución. Y por si acaso no los defiendo a ultranza.
Como en todos lados, hay corrupción y muchos problemas. Soy un poco ingenuo,
pero no me cuesta reconocer que cuando les conviene utilizan la figura de
comunas de una forma y a veces de otra. Critiquen todo lo que quieran, pero no
descalifiquen sin conocer o saber. Las comunas y los comuneros no son cómplices
del narcotráfico. Están en sitios críticos y son afectadas por este mal. Pero
van mucho más allá.
Escuchen las
protestas. Seguro hay intereses detrás. En todo lo hay. Seguro el que fabrica
el radar tiene interés en ser contratado para instalarlo. Algunos de los que
protestan tendrán algo oscuro, pero otros seguramente lo que quieren es cuidar
su cerro.
Sexto
elemento. Me fastidia otra frase hecha de esta situación. ¿Dónde estaban cuando
construyeron el Aromo? O mejor dicho cuando aplanaron el terreno y construyeron
un acueducto.
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Pues, no se ustedes, pero algunos estábamos reclamando. Exigiendo
respuestas. Tratando de apoyar a las comunidades. ¿Fracasamos? A medias. Sin
bien se aplanó ese terreno, las protestar generaron que el gobierno se interese
en la zona y declare un área protegida. Pacoche. Un área que protege
importantes remanentes de bosques secos y húmedos, la línea costera y algo de
ecosistemas marinos. Pacoche es un bastión para la conservación de las tortugas
marinas. Como todas, no es un área perfecta, pero sirve y contribuye a
conservar la biodiversidad de este país. Y procesos culturales que incluyen la
extracción de paja toquilla y tagua, cultivos tradicionales, pesca y turismo. Y
para seguir en este empeño de no dejar títere sin cabeza, debo decir que la
declaratoria del área fue deficiente. Que dejó afuera sitios clave, que se
engañó a la gente diciéndoles que en pocos meses después de creada el área
tendrían títulos de propiedad. Yo estuve ahí, no me lo contaron.
No sean tan mala fé o ignorantes al preguntar donde
estaba la gente. Ahí estaba recibiendo en el salón de la ciudad de Manta al
entonces viceministro de Minas, José Serrano. Indignados porque dijo que la
refinería no iba a afectar ni el agua ni la tierra. Alguien le gritó entonces,
¿dónde la van a construir, en el aire? Estaban ahí cuando llego el entonces
Ministro de Energía Galo Chiriboga. En el museo de Pacoche, con su labia
tratando de convencer a la gente.
¿Quiénes eran?
Comuneros. Personas de la zona. Por ahí gente de universidades, de los municipios,
de ONG´s. Pero más que nada, comuneros y comuneras.
Por supuesto,
el gobierno construyó. Por supuesto las comunidades, los gobiernos locales y
las universidades fueron cediendo. Porque el gobierno convencía. Pero hubo
lucha y reclamo. Igual que ahora.
Resumen. Si es
necesario, instalen el radar. Pero tengan el mayor cuidado con nuestro
patrimonio natural y cultural. Aprovechen la oportunidad para un manejo
integral del área. Aprovechen para poner en valor nuestro cerro. Incluyendo el
valor de que nos sirve como punto de vigilancia contra uno de los peores
flagelos de la humanidad. Reforesten. Inviertan, Coordinen. Sean sensibles con
la gente que protesta. No los descalifiquen con tanta facilidad y perversidad.
Escuchen. Apoyen. La mayoría seguramente es gente buena.
Y por último,
dejemos la hipocresía.
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