sábado, 21 de agosto de 2021

 

Falacias de Montecristi

 

Quisiera plantear algunos elementos para la discusión. Porque me encanta ser un tonto útil. Es lo mío.

 Pero por esta vez quiero que dejemos la hipocresía y discutamos las cosas como son sin tratar de acomodarlas para resaltar nuestras creencias.

 Primer elemento. La biodiversidad, nuestro patrimonio natural y cultural están reconocidos como temas prioritarios en nuestra constitución y en innumerables instrumentos de derecho internacional de los cuales el Ecuador es signatario. Por supuesto hay otras prioridades importantes. El desarrollo económico, la lucha contra la inequidad, la seguridad nacional. Y muchas veces dichas prioridades entran en contradicción. Es común que, ante esas contradicciones, se impongan aquellas relacionadas con el desarrollo económico. Si hay que extraer petróleo, hacer una mina, desarrollar una urbanización, construir una carretera, establecer un monocultivo se lo justifica apelando a la necesidad de desarrollo. En ningún lado de la constitución o de los instrumentos internacionales dicen que esa prioridad sea más importante, pero así se lo maneja. Algunos defienden que se puede desarrollar actividades económicas sin afectar el ambiente o el patrimonio cultural. Dejemos la hipocresía. Ciertas actividades simplemente no son compatibles. Otros lo podrían ser, pero generalmente no lo son porque no se invierte lo suficiente. Dejemos la hipocresía de la tecnología de punta.

 


El cerro de Montecristi es un sitio importante para la biodiversidad y un patrimonio cultural. Es parte de la cordillera costera, posee uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, el bosque seco. Es un sitio que ha sido usado por nuestras culturas ancestrales de más de 10.000 años. Seguramente fue un sitio ceremonial y un sitio de observación. Sus valores ambientales y culturales son indiscutibles. Seguramente no es el sitio más biodiverso del planeta ni el más importante para la conservación, pero el hecho de estar aislado y mantener su vegetación natural implica un valor importante. Un valor que ha sido reconocido por el estado que lo ha declarado bosque protector. Lo cultural también ha sido reconocido en ordenanzas municipales y resoluciones de Asambleas Constituyentes.

 Segundo elemento. El Ecuador tiene un grave problema de seguridad nacional. El narcotráfico y otros negocios ilícitos como la trata de personas o tráfico ilegal de vida silvestres están presentes en Ecuador y sus implicaciones son muy serias. Combatir esta ilegalidad es una prioridad nacional. Y por supuesto un sistema de vigilancia del territorio es necesario. Eso incluye radares. Manabí, al igual que otros lados, es un sitio clave. El acceso a playas poco frecuentadas y áreas rurales relativamente aisladas la convierten en un sitio clave los actos ilícitos. Es importante anotar que no es el único sitio peligroso o afectado. El golfo de Guayaquil, la frontera norte son otros sitios complicados. Pero como hablamos del cerro de Montecristi, toca pensar en Manabí. Una de las partes más complicadas del narcotráfico es que corrompe a diferentes estamentos de la sociedad. Algunos dicen en forma despreciativa que pescadores, comuneros y pobladores locales están comprados por el narcotráfico. Seguramente es cierto. Pero también los políticos, la Policía, los militares, la función judicial, los abogados, los empresarios que lava dinero. ¿O no? Insisto. Dejemos la hipocresía.

 Tercer elemento. Alguien decidió que un radar debe ser colocado en el cerro de Montecristi. Aquí empieza lo bueno. Este es un ejemplo de las contracciones que mencionaba al principio. Existe una necesidad de seguridad nacional que puede afectar de manera potencial un par de hectáreas de vegetación natural. Me parece tonto caer en la trampa de que dos hectáreas es muy poco. Que el beneficio de instalar un radar es infinitamente mayor que el que nos brindan dos hectáreas de bosque. Ya volveré a eso. Pero antes quiero hacer un cuestionamiento.

¿Quién y bajo qué criterios seleccionaron al cerro de Montecristi como el mejor lugar para poner el radar? Puede parecer una pregunta tonta. Pero mi experiencia me dice que lo más probable es que no haya habido un proceso técnico para tomar esa decisión. Ojalá esté equivocado. Pero como digo, ya he vivido varios procesos donde la selección de sitios es algo político y ligado a muchos intereses donde no se usan criterios técnicos. ¿Un ejemplo cercano? El proyecto de Refinería en El Aromo. No quiero discutir sobre el proyecto como tal y las consecuencias actuales. Pero si decir que cuando llegó la información de que se había seleccionado El Aromo para levantar la refinería la gente se levantó y protestó. Y se cuestionaba como habían seleccionado el sitio. Nadie supo responder. Jamás pudieron presentar un documento técnico que diga por qué El Aromo era mejor que Jaramijó o que Atahualpa.

 Entonces vuelvo a la pregunta. ¿No había otro cerro mejor? Uno ya sin cobertura. Quizás no. Quizás Montecristi es más alto, quizás está mejor ubicado. Pero sería bueno saber y no tener la duda de si es el capricho de alguien.

 Pero asumamos que es técnicamente el mejor lugar. Y que instalar ese radar es prioritario para la seguridad nacional. Entonces un Estado debe preocuparse y garantizar que el patrimonio natural y cultural sea lo menos afectado posible. Aquí viene el punto que el proyecto solo ocupará 2 hectáreas. Otra vez, ver para creer. Muchas veces cuando se presentan los proyectos se dicen cosas como estas. Solo vamos a usar dos hectáreas, para llegar al sitio vamos a hacer un sendero ecológico de 6 metros de ancho. Yo supongo que aparte del radar se debe crear una vía carrozable de acceso. Eso implica más destrucción de hábitat y también generar un acceso para otras personas. Y acceso significa impacto. Basura, cacería. ¿Se puede controlar? Por supuesto. Pero también se debe controlar al personal militar. Porque no es raro que en los lugares donde controlan o vigilan practican tiro, algunas veces con vida silvestre. Recuerden que estamos aquí para dejar de lado la hipocresía.

 Otro elemento es que yo entiendo que había procesos incipientes o intereses de desarrollar actividades turísticas en el cerro, incluyendo ascensiones a la cumbre. Recuerdo que en alguna visita al municipio de Montecristi me encontré una maqueta de un teleférico. Uno se imagina que eso debe descartarse y que quizás no es relevante. Pero lo anoto igual. Y también supongo que a la gente de arqueología y temas culturales le interesa el cerro y su valor patrimonial. Seguro si se hicieran las exploraciones correspondientes se hallaría evidencia de un uso milenario.

 Lo interesante es que, por su ubicación y altitud, seguro el cerro cumplía el mismo rol que quieren darle ahora. Un lugar de observación y vigilancia. ¿Así qué cual es el problema? Si las comunidades ancestrales o usaban como sitio de vigilancia, ¿Por qué la sociedad actual no puede hacerlo?

 Cuarto Elemento. Mi posición es que si puede hacerlo. No soy ecologista ni ambientalista. Soy un técnico de conservación. Y la técnica dice que si las cosas se manejan de manera adecuada el daño será mínimo y podría ser compensado. Lo que pasa es que normalmente no se manejan de manera adecuada.

 Lo primero sería partir de la transparencia. Seguramente alegarán que por temas de seguridad no se puede dar información sobre el tema. Eso me parecen excusas. Seguro los narcotraficantes tendrán acceso al proyecto, al tipo de radar que van a instalar, a su capacidad. Nosotros los ciudadanos de a pie quizás no lo podamos saber, pero ellos seguramente sí. Dejemos la hipocresía.

 Por transparencia me refiero, por ejemplo, a tener información sobre el impacto ambiental de la instalación del proyecto. Dicen los comunicados oficiales que ya existen los permisos y registros en el Ministerio del Ambiente. Deberíamos conocerlos. Debería ser posible constatar que solo se impacte las dos hectáreas que dicen. Y el camino del que no he escuchado pero que seguro se necesita.


También se debería aprovechar para hacer un plan de manejo del área e invertir en su conservación y puesta en valor como elemento cultural de la región. Que sea un área militar reservada no lo impide. Un ejemplo, la Puntilla de Santa Elena. Un punto estratégico del Ecuador que muchos años fue reservado y ahora es una de las áreas protegidas más visitadas del Ecuador. ¿Se puede? Claro, pero se necesita visión y voluntad.

 Y aquí en este espacio aprovecho para criticar a las autoridades. ¿Qué ha hecho el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, que ha hecho el gobierno provincial, que ha hecho el Municipio de Montecristi para conservar el cerro? ¿Cuánto han invertido? Entendería que poco o nada. Que esta situación será una buena ocasión para que todas esas organizaciones asuman su responsabilidad. Igual el Ministerio de Cultura y el Instituto de Patrimonio Cultural. Y de paso el ministerio de turismo y la secretaria de riesgos. Y quien sabe cuantos más. Hagan algo por el cerro. Pónganse de acuerdo, inviertan, ejecuten. Otra forma de combatir el narcotráfico, aparte de poner radares, es educar a la gente, hacerla que sienta orgullo de lo suyo, generar oportunidades económicas, brindar espacios de recreación.

 Otra idea suelta. Que tal una reforestación. Utilizar el contingente militar para restaurar alguna parte deforestada. Pero no para la foto. Un sitio bien seleccionado, con objetivos claros, con árboles nativos adecuados, con monitoreo y cuidado. Así se compensan las dos hectáreas y lo del camino.

 Quinto Elemento. La gente que protesta. Han salido algunos comuneros a protestar y he escuchado decir que son comprados por el narcotráfico, que están inmiscuidos en negocios con los ilegales y que protestan porque se les acaba el negocio. Primero una infidencia. El negocio no se les va a acabar. El narcotráfico no va a parar por un radar. No seamos aparte de hipócritas, ingenuos. Y recuerdo otra vez quienes mas están comprados por el narcotráfico: políticos, policías, sistema judicial, militares, empresarios, abogados. ¿Comuneros? ¿Pescadores? Seguramente también.

 Pero aquí me indigna un poco la forma en que alegremente los descalifican. Los procesos sociales son complejos. Las comunas son una forma de organización social que tiene elementos ancestrales. Es una organización reconocida por el Estado. A muchos no les gustan. Pero existen y tienen derechos. ¿Quieren quitarlos? Cambien las leyes y la constitución. Y por si acaso no los defiendo a ultranza. Como en todos lados, hay corrupción y muchos problemas. Soy un poco ingenuo, pero no me cuesta reconocer que cuando les conviene utilizan la figura de comunas de una forma y a veces de otra. Critiquen todo lo que quieran, pero no descalifiquen sin conocer o saber. Las comunas y los comuneros no son cómplices del narcotráfico. Están en sitios críticos y son afectadas por este mal. Pero van mucho más allá.

 Escuchen las protestas. Seguro hay intereses detrás. En todo lo hay. Seguro el que fabrica el radar tiene interés en ser contratado para instalarlo. Algunos de los que protestan tendrán algo oscuro, pero otros seguramente lo que quieren es cuidar su cerro.

 Sexto elemento. Me fastidia otra frase hecha de esta situación. ¿Dónde estaban cuando construyeron el Aromo? O mejor dicho cuando aplanaron el terreno y construyeron un acueducto.

 


Pues, no se ustedes, pero algunos estábamos reclamando. Exigiendo respuestas. Tratando de apoyar a las comunidades. ¿Fracasamos? A medias. Sin bien se aplanó ese terreno, las protestar generaron que el gobierno se interese en la zona y declare un área protegida. Pacoche. Un área que protege importantes remanentes de bosques secos y húmedos, la línea costera y algo de ecosistemas marinos. Pacoche es un bastión para la conservación de las tortugas marinas. Como todas, no es un área perfecta, pero sirve y contribuye a conservar la biodiversidad de este país. Y procesos culturales que incluyen la extracción de paja toquilla y tagua, cultivos tradicionales, pesca y turismo. Y para seguir en este empeño de no dejar títere sin cabeza, debo decir que la declaratoria del área fue deficiente. Que dejó afuera sitios clave, que se engañó a la gente diciéndoles que en pocos meses después de creada el área tendrían títulos de propiedad. Yo estuve ahí, no me lo contaron.

 No sean tan mala fé o ignorantes al preguntar donde estaba la gente. Ahí estaba recibiendo en el salón de la ciudad de Manta al entonces viceministro de Minas, José Serrano. Indignados porque dijo que la refinería no iba a afectar ni el agua ni la tierra. Alguien le gritó entonces, ¿dónde la van a construir, en el aire? Estaban ahí cuando llego el entonces Ministro de Energía Galo Chiriboga. En el museo de Pacoche, con su labia tratando de convencer a la gente.

 


¿Quiénes eran? Comuneros. Personas de la zona. Por ahí gente de universidades, de los municipios, de ONG´s. Pero más que nada, comuneros y comuneras.

 Por supuesto, el gobierno construyó. Por supuesto las comunidades, los gobiernos locales y las universidades fueron cediendo. Porque el gobierno convencía. Pero hubo lucha y reclamo. Igual que ahora.

 Resumen. Si es necesario, instalen el radar. Pero tengan el mayor cuidado con nuestro patrimonio natural y cultural. Aprovechen la oportunidad para un manejo integral del área. Aprovechen para poner en valor nuestro cerro. Incluyendo el valor de que nos sirve como punto de vigilancia contra uno de los peores flagelos de la humanidad. Reforesten. Inviertan, Coordinen. Sean sensibles con la gente que protesta. No los descalifiquen con tanta facilidad y perversidad. Escuchen. Apoyen. La mayoría seguramente es gente buena.

 Y por último, dejemos la hipocresía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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