Es sencillo. Es mucho más fácil y mucho más barato conservar que reforestar. No logro entender porque tantas instituciones cuando dicen que van a hacer algo a favor de la naturaleza piensan que lo mejor es sembrar unos arbolitos.
Permitanme discrepar. Aunque no sea muy sexy, aunque no sea digno de titular, aunque sea difícil de reflejar en una foto, es mucho mejor mantener un lugar en condiciones naturales (a base de un ordenamiento territorial y desarrollo social equitativo) que plantar árboles. La naturaleza es sabia, ella sabe como regenerarse si le damos tiempo y mantenemos ciertas condiciones.
Nadie dice que reforestar sea malo. A veces es necesario. Pero en un mundo de prioridades, cuando escasean los recursos, el costo-beneficio de conservar es mucho mayor que el de reforestar.
Porque la gente también hace la cosas a la ligera. Dicen, "sembramos tantas plantas". No toman en cuenta que lo que importa no es cuantas plantas se sembraron sino que porcentaje de prendimiento existe.
La regeneración toma años, la conservación se puede empezar a hacer mañana.
Es simple y creo que hacia allá tenemos que ir. El indicador debe ser, cuantas hectareas de ecosistemas naturales se estan conservando. Olvidémonos de cuantas hectáreas se han reforestado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario