sábado, 15 de agosto de 2009

Bicentenario

200 años son una buena excusa para reflexionar. 200 años han pasado desde el 10 de agosto de 1809. Que mismo habrá pasado ese día. Pues tenemos pocas evidencias porque solo nos quedan unos documentos. Y los documentos los elaboraron seres humanos que tenían sus intereses y que interpretaron el asunto a su manera. Con vacíos de información que llenaron con imaginación o con comentarios de fuentes secundarias. Creo que vale la reflexión, de cuántas veces nosotros, de manera intencional llenamos un documento de una manera para cumplir la formalidad pero los acuerdos son diferentes. Por ejemplo, uno firma un contrato que dice una cosa, pero el trato con el empleador es hacer eso y alguna otra cosa que no está estipulada. No habla solo de corrupción sino de acuerdos verbales que mucha gente valora y respeta.

Mas aun, la pregunta profunda puede ser, que significa ese día hoy en día. El calendario está lleno de fechas, pero nosotros solo rescatamos algunas para recordar, por su supuesta importancia. El 10 de agosto definitivamente pasó algo, parece que importante, pero que significa hoy no solo está marcado por lo que sucedió ese día sino por lo que ha venido sucediendo todos estos días. Las posesiones de los presientes, los feriados, los asuetos, las sesiones del congreso. Todo eso va cargando de significado al día.

Pero yo, lo que quiero preguntarme es como era la diversidad biológica en ese entonces y como se manejaba. Y clara, la respuesta es un poco obvia. Había mucho más vegetación natural que ahora. Por ejemplo, toda la costa que ahora es agrícola era un gran bosque húmedo. La sierra tenía mucho más páramo y bosques andinos. Casi no había carreteras ni obras de infraesctructura. Las ciudades eran más pequeñas y tenían menos habitantes que no necesitaban tantos recursos. La fuentes de agua de Quito seguramente estaban en el Pichincha o en las mismas quebradas que ahora son basureros. Seguramente había contaminación, pero por efectos del tamaño de la población no eran tan graves. En la Amazonía las cosas deben haber sido parecidas a los lugares más lejanos actualmente. Profundamente aislados, sin mucho contacto.

Y como se manejaban los recursos? Supongo que las autoridades trataban de hacerlo pero en el contexto de que todo se consideraba inagotable. El agua sobraba, la madera sobraba, el espacio para cultivos sobraba. Más las limitaciones y manejo estaban dadas por controlar los beneficios de la producción. Aunque algunos recursos como las maderas de Guayaquil y la quinina de Loja, sufrieron efectos por su explotación.

Creo que estos son temas para la reflexión también. Las cosas estaban mejor o peor? Creo que la comparación no cabe. Eran tiempos diferentes y no podemos juzgarlos con los criterios de hoy. Había menos depredación, pero había menos gente y menos necesidades. Pero no conocíamos como conocemos ahora y no podíamos disfrutar como hacemos ahora de la diversidad del mar y de la sierra en el mismo día.

Es fundamental entender la dinámica social para entender su impacto en el ambiente y como ese impacto regresa y afecta la dinámica social. La historia es importante para poder diseñar nuestro futuro.

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