domingo, 30 de enero de 2011

La plata no lo es todo, pero ayuda

La plata no lo es todo, pero ayuda….

Me llama la atención que para comprar unas tierras para establecer un área nacional de recreación se inviertan 48 millones de dólares. En principio uno hasta podría alegrarse de que el estado ecuatoriano invierta tal cantidad en un área protegida que constituye parte de nuestro patrimonio.

Pero resulta un poco contradictorio que un área con un valor ecológico limitado reciba tal financiamiento cuando otras áreas mucho más representativas no han recibido ese financiamiento en más de 30 años de existencia. Casi todo lo que se encuentra en dicha área (Los Samanes) ya estaría conservado en lugares como la Reserva Ecológica Manglares Churute o los bosques protectores Cerro Blanco, Cerro Colorado, El Paraíso, Manglares El Salado y otros.

Nadie niega que la ciudad de Guayaquil pueda necesitar más áreas de recreación. Pero la pregunta es si se agotaron todos los esfuerzos para que los gobiernos locales cumplan su papel en este campo. También me pregunto si más que declarar la zona un área de recreación, hubiera sido más costo-efectivo buscar algún acuerdo para el manejo del área por parte de sus dueños. No estamos hablando de una propiedad privada sino una propiedad estatal. Por lo tanto uno pensaría que un acuerdo de conservación interno hubiera sido posible. Se exploró esa posibilidad?

Me pregunto también, por qué en este caso, el Ministerio del Ambiente accedió de manera acelerada a comprar las tierras. En otras áreas protegidas, los conflictos de tierra han durado más de 10 años y no se han tomado acciones de esta naturaleza.

Nadie me ha preguntado pero me atrevo a dar unas ideas sueltas de lo que se hubiera podido hacer con 48 millones para conservar la biodiversidad del Ecuador:

- Financiar 3 años el costo integral del manejo de las áreas protegidas del Ecuador (4 millones de hectáreas vs 600 hectáreas)
- Desarrollar un proyecto de conservación del bosque seco en la costa ecuatoriana, un ecosistema críticamente amenazado y considerado una prioridad mundial
- Triplicar el Fondo Ambiental Nacional que cubre los gastos recurrentes de más de 15 áreas protegidas del Ecuador
- Cubrir el presupuesto anual del Ministerio del Ambiente
- Financiar el proyecto emblemático Socio Bosque por más 10 años

Por mas que soy un ferviente creyente de las áreas de conservación como una alternativa válida para la conservación de la biodiversidad, creo que no tiene sentido gastar tanta plata en un área con un valor ecológico tan bajo. O mejor, llamar a las cosas por su nombre.

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