sábado, 16 de mayo de 2009

Turismo y Conservación

El turismo puede ser una estrategia de conservación y una oportunidad de ingresos para las poblaciones aledañas a un área protegida. Pero el turismo también puede ser una amenaza si no se lo maneja de manera adecuada.

El turismo es una estrategia de conservación cuando a través del mismo las poblaciones locales o los propietarios de espacios naturales los conservan para brindar el servicio turístico. Muchas veces dicho cuidado implica una inversión importante de recursos económicos. En ese sentido, la naturaleza puede ser el atractivo por si mismo o el escenario donde ser realizan diferentes actividades de turismo rural, de aventura, agrícola u otro. También, en ciertos casos, el turismo puede ser una fuente de ingresos generando algunos recursos para el manejo del área protegida. El problema es que por el esquema institucional en el Ecuador, dichos ingresos no regresan directamente al área protegida sino que van a la cuenta única.

El turismo es una oportunidad de ingresos para las poblaciones locales pues genera empleos locales. También, en ciertos lugares, donde la gente se organiza y tiene acceso a financiamiento, pueden ser empresarios y recibir las ganancias más allá de un sueldo. Igual que cualquier negocio, el turismo es una actividad complicada que requiere conocimiento y mucho esfuerzo. Pero si se dan las condiciones puede rendir beneficios.

En cambio el turismo puede ser una amenaza cuando el número de visitantes es mayor al que pueden soportar los ecosistemas, o cuando para atender a los turistas se demandan recursos adicionales. Y aunque no tiene una relación directa con el ambiente, el turismo puede causar conflictos sociales e inequidades.

Por todo esto, es importante tratar de que el turismo no ocurra de manera espontánea. El turismo debe planificarse para maximizar los potenciales beneficios a las poblaciones humanas y a la conservación de la biodiversidad y para mitigar sus impactos negativos. Sucede muchas veces, que ante la falta de otras alternativas, muchas poblaciones ven en el turismo una oportunidad. Y puede ser una oportunidad pero no es solo cuestión de tener los atractivos. Es importante desarrollar productos y servicios, contar con infraestructura adecuada y más que nada, realizar procesos de mercadeo importante. El turismo es una actividad especializada que requiere profesionales en diferentes ámbitos.

Uno de los problemas es que el turismo se vuelve un tema dominante y opaca la verdadera misión de las áreas protegidas que es la conservación de la biodiversidad. El turismo es una estrategia de conservación, pero no la única actividad relacionada.

Un caso de análisis puede ser el Parque Nacional Machalilla. Esta área creada hace 30 años posee una biodiversidad única, representativa de los bosques secos. Además, es un área con un gran acervo cultural y una ocupación continua comprobada por más de 8000 años. Muchos de estos recursos naturales y culturales son atractivos turísticos y de hecho reciben visita. En un estudio se registra que desde el 2005 el área recibe alrededor de 28.000 visitantes al año, de los cuáles, el 60% son extranjeros. Esta visitación ha generado USD 170.000 al año.

Este nivel de visitación está dando al área un reconocimiento como destino turístico nacional e internacional. Los principales atractivos son la observación de ballenas, caminatas por senderos naturales, museos arqueológicos y observación de vida silvestre. El turismo ha generado un interés de la población local en la conservación del área como un medio alternativo de sustento. Además, se han generado ingresos para personas locales, aunque de todas maneras las mayores utilidades se reciben fuera del área. Si bien podría ser un poco aventurado decir que el turismo es una amenaza, existen elementos que pueden considerarse alertas sobre este tema. Se han evidenciado afectaciones al mundo submarino por los anclajes de los barcos, los turistas alimentan a los animales silvestres. Pero quizás lo más importante es que el manejo del parque está limitado por los recursos humanos de que dispone y más del 80% de su esfuerzo está concentrado en el manejo del turismo, dejando de lado, temas de gran importancia como el control del manejo de los recursos naturales, la conservación y manejo de los recursos arqueológicos, entre otros.

Es importante considerar el turismo como una estrategia de conservación, pero entender también sus implicaciones positivas y negativas. Como decíamos al principio. Lo importante es planificar y no dejar que ocurra de manera espontánea.

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