Cordillera Chongón Colonche
La cordillera Chongón Colonche es un sitio importante por la ocupación ancestral del territorio, por su diversidad biológica, por el endemismo y por los servicios ecológicos que presta a las comunidades locales (materia prima, agua, oportunidades de recreación).
Dentro y alrededor de la cordillera encontramos aproximadamente 20.000 personas que se dedican principalmente a la agricultura y ganadería. Además, se extrae madera, productos no forestales (tagua, paja toquilla, miel, lana de ceibo, caña guadua). La principal forma de organización de la zona es la comuna que es una figura legal que permite la propiedad colectiva de la tierra y que en ciertos casos ha sido usada como una herramienta de defensa de territorios ancestrales. Los niveles de pobreza en la zona son altos, en algunos casos por arriba del 80% de la población, y los servicios básicos como el agua, el saneamiento ambiental, la educación y la salud son deficitarios.
La diversidad de la zona se da a niveles de ecosistemas, especies y genes. En la zona existe un mosaico de ecosistemas que van desde matorrales secos, diferentes tipos de bosques secos y bosque de garúa, llamados así por la presencia anual de neblina y precipitación horizontal. En cuanto a fauna, tenemos más de 200 especies de aves, más de 100 especies de mamíferos. Otros grupos no han sido estudiados a profundidad. Además de la diversidad es importante el endemismo. Más de 30 especies de aves son endémicas de la región tumbesina y se considera que un 20% de las especies de plantas también son endémicas. Toda esta importancia de biodiversidad ha sido reconocida por diferentes estudios a nivel nacional, por la declaratoria de bosques protectores y áreas protegidas y por la designación como Área de Importancia para las Aves.
Finalmente, los ecosistemas de la cordillera son importantes porque proveen de algunos servicios ecológicos a las poblaciones humanas. Por un lado está el agua que abastece a las poblaciones dentro de la cordillera y también a grupos humanos externos. El agua se utiliza para consumo humano pero también para procesos de producción agrícola y para la recreación. Los bosques proveen madera y productos no forestales que han sido tradicionalmente utilizados por las comunidades. También encontramos en la zona atractivos turísticos de interés como son las aves, los ecosistemas naturales, cascadas, vestigios arqueológicos, entres otros.
Para conservar esta zona, 21 grupos de comunidades locales, Fundación Natura y el Ministerio del Ambiente han trabajado en una propuesta de conservación que devuelve a las comunidades la responsabilidad de manejar su territorio con fines de desarrollo y conservación. Este manejo implica la implementación de unas normativas comunitarias para el uso de los recursos naturales de la comunidad. Bajo este sistema existen 155.000 hectáreas de territorio y 71.000 hectáreas de bosque permanente. Actualmente, como un incentivo por su esfuerzo de conservación, las comunas y grupos de conservación reciben un incentivo monetario de acuerdo al número de hectáreas de bosque permanente que ellos conservan. Con este incentivo se cubren la mayoría de los costos de conservación y en algunos casos existen saldos positivos que permiten inversión en temas prioritarios de las comunidades.
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