A ver, vamos a algo básico. El desarrollo sostenible o sustentable. Siempre me cansan las discusiones conceptuales al respecto. Los teóricos del desarrollo usan lenguajes que me confunden. Elaboran demasiado para mi gusto. Yo que pretendo ser un poco más pragmático trato de reducir los conceptos a cosas sencillas. Vamos a hacer un ejercicio escrito.
Primero me parece importante hacer una diferenciación importante. Es diferente sostenible o sustentable que sostenido. El desarrollo sostenido tiene una connotación demasiado inclinada al lado económico. No se trata de que la economía crezca indefinidamente. Más bien, uno de los temas es atar la economía al desarrollo ecológico y social.
Partiendo de eso, podemos hacer un análisis semántico. Sostenible y sustentable para mi son sinóminos. Ambos quieren decir que el desarrollo puede mantenerse en el tiempo. Aquí es donde entran los elementos sociales y ecológicos. Un desarrollo no puede sostenerse sino hay las bases para la vida. Los ecosistemas y los servicios que prestan. Agua, alimento, transporte, medicina, abrigo, recreación, elementos básicos para la creación de elementos sintético. Simplemente no podemos vivir sin agua por más de unos pocos días. Si no hay agua para tomar y para producir los alimentos, no hay desarrollo. Tajantemente
Por otro lado, es difícil pensar en el desarrollo sin un poco de equidad. Equidad vista desde diferentes puntos de vista. Genero, generaciones, diferentes capacidades, culturas. Las diferencias nos llevan a las guerras, las insatisfacciones a las revoluciones. Eso implica muerte, odio, destrucción de la base biológica.
Entonces, partimos del hecho de que necesitamos que los tres elementos entren en equilibio. Una ambiente sano, una sociedad justa y un crecimiento económico equilibrado. Bonitas palabras, pero difícil accion.
Antes de analizar si es posible seguir manteniendo este sueño vivo, me gustaría detenerme en el tema de las futuras generaciones. La definición clásica de desarrollo sostenible habla de satisfacer las necesidades de las actuales generaciones considerando las necesidades de las futuras generaciones. Palabras mayores y grandes problemas.
Primero, necesidades es un poco ambiguo. Hay necesidades básicas y otras necesidades que son más sociales. Pero los limites son difusos. Necesitamos alimentarnos, abrigarnos, descansar. Pero también necesitamos un Ferrari o un Rolex. Superfluós? Quizás pero esas son categorías sociales. Entonces, cuáles las necesidades actuales y cuáles las de las futuras generaciones? Es difícil imaginar el mundo del futuro. Hace 15 años, las computadoras eran bienes un poco superfluos, ahora vivimos atados a la pantalla. En todo caso, las futuras generaciones seguiran necesitando agua, alimento, abrigo y energía. Y serán muchos más. Las cuentas no cuadran. O quizás hasta cuadrarían pero la distribución de recursos inequitativa pone limitantes al desarrollo. El ejemplo clásico es que si uno usara el presupuesto militar de unos pocos países y usara la mitad, se podría reducir la pobreza y desnutrición de todos los países del mundo.
Pero volvamos al presente. Desarrollo sustentable? No se lo ve muy cerca. No quiero entrar en temas ideológicas, pero el ser humano parece insaciable. Siempre quiere más. Y generalmente quiere más dinero. Y eso a provocado un nivel de especulación que nos tiene sumidos en una crisis. Por ahí no se sostiene el desarrollo. Todo está en entredicho. Podemos seguir siendo ineficientes en el uso de energía? Podemos seguir desperdiciando agua? Podemos generar más riqueza?
Y claro, esa necesidad económica nos lleva a inequidad. Los qúe más tienen más siguen teniendo y los que menos tienen se alejan más de la élite. Las injusticias provocan resentimientos, conmoción social y enfrentamientos. Aumentan la inseguridad. Yo diría que hasta aumenta nuestra insensibilidad.
Producir más riqueza generalmente resulta en el uso de más materia prima. Más uso extractivista. Es decir sacar el material sin poder reponerlo. Destruir montañas para la construcción, deforestar las selvas para abrir caminos y hacer pozos. Eso elimina las fuentes de agua, limita las posibilidades del suelo de producir más alimento, contamina el suelo y el agua. Sin ser fatalista, hay que reconcer que los recursos son limitados y que pronto nos enfrentaremos a escasez.
Entonces? Sinceramente creo que el ser humano tiene la capacidad de adaptarse al entorno y que puede cambiar su forma de relacionarse con el ambiente. Pero eso no se dará así como así. Hay que trabajar y sensibilizar a la población. Estas reflexiones deben ser compartidas y discutidas. Tenemos que reaccionar. Hay dos formas. O salimos por las buenas, cambiando nuestros comportamientos por voluntad propia o por las malas, peleando por los recursos limitados del futuros.
Ideas sueltas sobre temas ambientales, especialmente relacionados a la biodiversidad del Ecuador
sábado, 28 de febrero de 2009
Carnaval biodiverso
Carnaval, carnaval!!!!! Zumban los globos llenos de agua, los baldazos, la espuma. Y en los ciertos lugares harina, huevo, agua con lodo.
Es el carnaval, una celebración tradicional en el Ecuador, caracterizada por los juegos con agua. Por una cierta permisividad. Todos tenemos recuerdos de niños cuando nada era prohibido. Ahora, que somos más civilizados, se supone que jugar con agua no está permitido.
Pero carnaval también significa feriado. Viajes, coger el carro y salir de la ciudad. Los que tienen más plata avión. Y para otras personas Carnaval significa trabajo. Para la gente que trabaja en turismo, son buenos días. Pero también es trabajo extra para los policías, para los doctores.
Son cuatro días al año. Para mi el tema siempre ha estado asociado a las playas. He ido a otros lugares pero generalmente a la playa. Donde jugar con agua es más suave. Sin embargo, como el carnaval se juega adelantado he sido mojado algunas veces. En Guayaquil, en Quito, en Loja, en Macas.
Pero que significa Carnaval para el ambiente? Primero, significa un desperdicio de un recurso vital: el agua. Siempre es un tema un poco complicado el del agua en el Ecuador. No podemos decir que seamos un país deficitario. Es más, somos uno de los países más ricos hídricamente hablando. Pero la distribución del agua, no es equitativa. En algunos lugares hasta podemos considerar que existen desiertos. En otras, el agua produce inundación.
Jugar carnaval con agua no es el uso más óptimo del agua. No se trata de consumo humano, ni agricultura, ni irrigación. Es un uso recreativo, pero un uso que no permite otros usos. Entonces entramos en un dilema tradicional. Conservación o tradición? La lógica diría que debemos optar por la conservación. Es estratégico. Es importante para las futuras generaciones. Pero la tradición es fuerte. Jala duro. Es parte de nuestra esencia. Que hubiera sido de mi si no hubiera jugado carnaval. Si no hubiera mojado sin ser mojado, sin haber sido sorprendido por un chorro de agua inesperado.
No creo que sea lógico decir que dejemos de jugar con agua. Generaría demasiada resistencia. Lo que pienso es que debemos iniciar un proceso de largo plazo. Empezar a darla al carnaval otras alternativas que jugar con agua. Y cuando esas alternativas estén establecidas, poco a poco ir dejando los juegos con agua. No es fácil pero necesario. Es ético hacerlo? Creo que sí. No se trata de mantener a ultranza las tradiciones.
Por otro lado, los viajes deben considerar el tema de sustentabilidad. Usar carros más eficientes. Considerar los impactos que uno produce en lo relacionado a la energía, uso de recursos, desperdicios. Visitar lugares relacionados con la naturaleza, aportar a las comunidades que hacen esfuerzos con conservar su biodiversidad.
Carnaval es símbolo de perdición y libertinaje. En ese sentido es una fiesta contraria a la conservación. Porque el planeta no aguanta tanto derroche. ..
Por otro lado, el carnaval como celebración es una muestra más de diversidad. Hay unos elementos básicos, pero los matices son diferentes en la sierra o en la costa. En los diferentes lugares del Ecuador se celebra diferente. Además, es un período de intercambio. Mucha gente viaje, se mueve, conoce, aprecia.
Carnaval es diversidad, pero también es derroche, hay que buscar el equilibrio
Es el carnaval, una celebración tradicional en el Ecuador, caracterizada por los juegos con agua. Por una cierta permisividad. Todos tenemos recuerdos de niños cuando nada era prohibido. Ahora, que somos más civilizados, se supone que jugar con agua no está permitido.
Pero carnaval también significa feriado. Viajes, coger el carro y salir de la ciudad. Los que tienen más plata avión. Y para otras personas Carnaval significa trabajo. Para la gente que trabaja en turismo, son buenos días. Pero también es trabajo extra para los policías, para los doctores.
Son cuatro días al año. Para mi el tema siempre ha estado asociado a las playas. He ido a otros lugares pero generalmente a la playa. Donde jugar con agua es más suave. Sin embargo, como el carnaval se juega adelantado he sido mojado algunas veces. En Guayaquil, en Quito, en Loja, en Macas.
Pero que significa Carnaval para el ambiente? Primero, significa un desperdicio de un recurso vital: el agua. Siempre es un tema un poco complicado el del agua en el Ecuador. No podemos decir que seamos un país deficitario. Es más, somos uno de los países más ricos hídricamente hablando. Pero la distribución del agua, no es equitativa. En algunos lugares hasta podemos considerar que existen desiertos. En otras, el agua produce inundación.
Jugar carnaval con agua no es el uso más óptimo del agua. No se trata de consumo humano, ni agricultura, ni irrigación. Es un uso recreativo, pero un uso que no permite otros usos. Entonces entramos en un dilema tradicional. Conservación o tradición? La lógica diría que debemos optar por la conservación. Es estratégico. Es importante para las futuras generaciones. Pero la tradición es fuerte. Jala duro. Es parte de nuestra esencia. Que hubiera sido de mi si no hubiera jugado carnaval. Si no hubiera mojado sin ser mojado, sin haber sido sorprendido por un chorro de agua inesperado.
No creo que sea lógico decir que dejemos de jugar con agua. Generaría demasiada resistencia. Lo que pienso es que debemos iniciar un proceso de largo plazo. Empezar a darla al carnaval otras alternativas que jugar con agua. Y cuando esas alternativas estén establecidas, poco a poco ir dejando los juegos con agua. No es fácil pero necesario. Es ético hacerlo? Creo que sí. No se trata de mantener a ultranza las tradiciones.
Por otro lado, los viajes deben considerar el tema de sustentabilidad. Usar carros más eficientes. Considerar los impactos que uno produce en lo relacionado a la energía, uso de recursos, desperdicios. Visitar lugares relacionados con la naturaleza, aportar a las comunidades que hacen esfuerzos con conservar su biodiversidad.
Carnaval es símbolo de perdición y libertinaje. En ese sentido es una fiesta contraria a la conservación. Porque el planeta no aguanta tanto derroche. ..
Por otro lado, el carnaval como celebración es una muestra más de diversidad. Hay unos elementos básicos, pero los matices son diferentes en la sierra o en la costa. En los diferentes lugares del Ecuador se celebra diferente. Además, es un período de intercambio. Mucha gente viaje, se mueve, conoce, aprecia.
Carnaval es diversidad, pero también es derroche, hay que buscar el equilibrio
jueves, 12 de febrero de 2009
De Machalilla a Podocarpus
Las áreas protegidas son la estrategia de conservación in-situ más utilizada en el mundo en general y en el Ecuador en particular. El problema es que las áreas se crean pero no se manejan. Es decir, se manejan pero con presupuestos reducidos y con personal insuficiente.
Particularmente creo en el concepto de las áreas protegidas. En un concepto moderno, entendiendo que existen lugares específicos que es mejor proteger de las actividades humanas. Especialmente aquellos lugares que proveen de agua o que poseen una diversidad extraordinaria y frágil. Entendiendo que las comunidades locales deben participar en el manejo del área y que pueden existir actividades productivas amigables con el entorno.
Y bueno, me ha tocado trabajar en ellas. Tratar de contribuir un poco a su conservación. En este particular momento trabajo específicamente para dos áreas: El Parque Nacional Machalilla y el Parque Nacional Podocarpus. Dos áreas bastante diferentes pero con muchas cosas en común.
Machalilla queda en la costa central ecuatoriana, en la provincia de Manabí. Es relativamente pequeña, tiene menos de 60.000 hectáreas y sus ecosistemas característicos son el bosque seco, los bosques de neblina de la cordillera costera, el matorral seco, la costa y áreas marinas que incluyen playas rocosas, arenosas y corales. En Machalilla encontramos poblaciones humanas que se dedican a la agricultura, a la ganadería, pero principalmente a la pesca y al turismo. Y una de las características más importantes del área son los recursos culturales que están asociados a ella.
Podocarpus en cambio es un área andina que incluye páramos y bosques montanos. Se encuentran en el sur del Ecuador. No existen poblaciones humanas dentro pero si en sus alrededores. Su superficie es de 220.000 hectáreas. Ha sido caracterizada por tener un gran número de aves y una importante diversidad terrestre y acuática. De hecho, sus páramos y bosques generan y regulan cuencas hidrográficas que no abastecen solo Ecuador sino Perú.
Machalilla fue creada en 1979, cuando yo tenía 6 años. Podocarpus en 1982 cuando yo tenía 9. Es decir, yo estaba en la escuela. Aprendiendo a leer y a escribir, jugando mucho fútbol. Me gustaban los animales pero no estaba ni cerca de pensar que me iba a dedicar a la conservación. Es más, ni siquiera se habla de eso. Muy poco. Fundación Natura recién estaba siendo creada.
Y hoy, modestamente contribuyo a su conservación, usando mis conocimientos y experiencias. En Podocarpus estoy asesorando la elaboración de su tercer plan de manejo. Ha sido un proceso complicado, con algunas dificultades. Pero estoy contento, ha habido una participación interesante y creo que el documento refleja lo que los actores han trabado. Se abre el gran desafío de implementar el plan de manejo. Veamos como va.
En Machalilla estoy en lo más mio que es la comunicación. Un pequeño componente dentro de un gran proceso que tiene que ver con turismo en el área marina del Parque. Es un proceso interesante porque se ve claramente como la comunicación es imprescindible para los procesos de consevación.
Realmente espero que estos aportes sean trascendentes y que las áreas puedan cumplir sus objetivos. Es un desafío. Pero es necesario.
Particularmente creo en el concepto de las áreas protegidas. En un concepto moderno, entendiendo que existen lugares específicos que es mejor proteger de las actividades humanas. Especialmente aquellos lugares que proveen de agua o que poseen una diversidad extraordinaria y frágil. Entendiendo que las comunidades locales deben participar en el manejo del área y que pueden existir actividades productivas amigables con el entorno.
Y bueno, me ha tocado trabajar en ellas. Tratar de contribuir un poco a su conservación. En este particular momento trabajo específicamente para dos áreas: El Parque Nacional Machalilla y el Parque Nacional Podocarpus. Dos áreas bastante diferentes pero con muchas cosas en común.
Machalilla queda en la costa central ecuatoriana, en la provincia de Manabí. Es relativamente pequeña, tiene menos de 60.000 hectáreas y sus ecosistemas característicos son el bosque seco, los bosques de neblina de la cordillera costera, el matorral seco, la costa y áreas marinas que incluyen playas rocosas, arenosas y corales. En Machalilla encontramos poblaciones humanas que se dedican a la agricultura, a la ganadería, pero principalmente a la pesca y al turismo. Y una de las características más importantes del área son los recursos culturales que están asociados a ella.
Podocarpus en cambio es un área andina que incluye páramos y bosques montanos. Se encuentran en el sur del Ecuador. No existen poblaciones humanas dentro pero si en sus alrededores. Su superficie es de 220.000 hectáreas. Ha sido caracterizada por tener un gran número de aves y una importante diversidad terrestre y acuática. De hecho, sus páramos y bosques generan y regulan cuencas hidrográficas que no abastecen solo Ecuador sino Perú.
Machalilla fue creada en 1979, cuando yo tenía 6 años. Podocarpus en 1982 cuando yo tenía 9. Es decir, yo estaba en la escuela. Aprendiendo a leer y a escribir, jugando mucho fútbol. Me gustaban los animales pero no estaba ni cerca de pensar que me iba a dedicar a la conservación. Es más, ni siquiera se habla de eso. Muy poco. Fundación Natura recién estaba siendo creada.
Y hoy, modestamente contribuyo a su conservación, usando mis conocimientos y experiencias. En Podocarpus estoy asesorando la elaboración de su tercer plan de manejo. Ha sido un proceso complicado, con algunas dificultades. Pero estoy contento, ha habido una participación interesante y creo que el documento refleja lo que los actores han trabado. Se abre el gran desafío de implementar el plan de manejo. Veamos como va.
En Machalilla estoy en lo más mio que es la comunicación. Un pequeño componente dentro de un gran proceso que tiene que ver con turismo en el área marina del Parque. Es un proceso interesante porque se ve claramente como la comunicación es imprescindible para los procesos de consevación.
Realmente espero que estos aportes sean trascendentes y que las áreas puedan cumplir sus objetivos. Es un desafío. Pero es necesario.
lunes, 9 de febrero de 2009
Candidatos
Cuando realmente yo esperaba que hayan pocos candidatos para las dignidades que vamos a elegir en abril, me encuentra con la sorpresa que hay más candidatos que de costumbre. Y yo me pregunto si eso será bueno.
En general pienso que no. El hecho de que haya muchos candidatos implica que no existe capacidad de consenso en el Ecuador. Que nos inclinamos por posiciones personalistas o de grupos pequeños. Eso siempre será malo para el país en general y para la biodiversidad en particular. Demostramos que somos poco capaces de ponernos de acuerdo y sin consensos mínimos es imposible conservar la biodiversidad. Hay muchas cosas que discutir y acordar. Por ejemplo, que estrategias vamos a seguir, cuantos recursos vamos a invertir, como vamos a limitar los usos de ciertas áreas, donde son los sitios prioritarios, cuales son los temas claves y urgentes. No son temas fáciles pero son temas importantes. Pero si cado uno lucha por su espacio de poder o por sus intereses, no llegamos a ningun lado. Podremos avanzar y luego quedaremos bloqueados.
El otro problema es que al haber tantos candidatos no se puede debatir sobre muchos temas. Existiendo hasta 15 personas para un solo puesto, como podemos escuchar algo sobre temas marginales como la conservación de la biodiversidad? Claro que es un poco ingenuo pensar que el tema se discutiera mucho más si hubiera tres candidatos. Pero habría tiempo y espacio para eso.
Ya estoy viendo que la pelea va a ser encarnizada. Y que la discusión será sobre los temas de siempre sin el trasfondo ambiental: empleo, producción, vivienda, salud, educación.
Yo digo, hay que pensar en el empleo pero de una manera que no afecta a la biodiversidad. Porque más industrias puede significar más contaminación. Porque más comercio significa más consumo. La minería emplea más gente pero destruye la biodiversidad, casi siempre de forma irreversible.
A mi me gustaría escuchar algo sobre esto. Vivienda es lo mismo. Las casas se construyen con recursos naturales. Se necesita cemento, madera, hierro. Y todo eso implica extracción de material en algún lado. En Guayaquil, nos hemos bajado los cerros para construir las casas. Si la gente, necesita vivienda digna, pero eso no implica que acabemos con todo porque después no habrá dignidad posible.
Quizás los temas de salud y educación son más compatibles. Pero más o menos, porque hay enfoques perversos también. En educación, la idea sería educar para la sostenibilidad, entendiendo que hay límites en la Tierra. Si solo educamos con una visión de desarrollo económico, estamos en las mismas. Y en salud, mucho pasa por un ambiente saludable. La relación es fuerte. Pero claro, tenemos el tema de la provisión de agua las ciudades que también puede comprometer a los ecosistemas en nombre de las necesidades de agua de las grandes ciudades.
Ya dirán los candidatos que ellos proponen el desarrollo sostenible. Que van a cuidar la ecología. Pero a la hora de la hora. Si pudieran hacer más casas, sacar más agua y educar para el consumo, lo seguirán haciendo. El Ecuador, aun en tiempos de revolución, ha escogido el modelo extractivista y de materias primas.
Ojala, por ahi se rocen algo estos temas.
En general pienso que no. El hecho de que haya muchos candidatos implica que no existe capacidad de consenso en el Ecuador. Que nos inclinamos por posiciones personalistas o de grupos pequeños. Eso siempre será malo para el país en general y para la biodiversidad en particular. Demostramos que somos poco capaces de ponernos de acuerdo y sin consensos mínimos es imposible conservar la biodiversidad. Hay muchas cosas que discutir y acordar. Por ejemplo, que estrategias vamos a seguir, cuantos recursos vamos a invertir, como vamos a limitar los usos de ciertas áreas, donde son los sitios prioritarios, cuales son los temas claves y urgentes. No son temas fáciles pero son temas importantes. Pero si cado uno lucha por su espacio de poder o por sus intereses, no llegamos a ningun lado. Podremos avanzar y luego quedaremos bloqueados.
El otro problema es que al haber tantos candidatos no se puede debatir sobre muchos temas. Existiendo hasta 15 personas para un solo puesto, como podemos escuchar algo sobre temas marginales como la conservación de la biodiversidad? Claro que es un poco ingenuo pensar que el tema se discutiera mucho más si hubiera tres candidatos. Pero habría tiempo y espacio para eso.
Ya estoy viendo que la pelea va a ser encarnizada. Y que la discusión será sobre los temas de siempre sin el trasfondo ambiental: empleo, producción, vivienda, salud, educación.
Yo digo, hay que pensar en el empleo pero de una manera que no afecta a la biodiversidad. Porque más industrias puede significar más contaminación. Porque más comercio significa más consumo. La minería emplea más gente pero destruye la biodiversidad, casi siempre de forma irreversible.
A mi me gustaría escuchar algo sobre esto. Vivienda es lo mismo. Las casas se construyen con recursos naturales. Se necesita cemento, madera, hierro. Y todo eso implica extracción de material en algún lado. En Guayaquil, nos hemos bajado los cerros para construir las casas. Si la gente, necesita vivienda digna, pero eso no implica que acabemos con todo porque después no habrá dignidad posible.
Quizás los temas de salud y educación son más compatibles. Pero más o menos, porque hay enfoques perversos también. En educación, la idea sería educar para la sostenibilidad, entendiendo que hay límites en la Tierra. Si solo educamos con una visión de desarrollo económico, estamos en las mismas. Y en salud, mucho pasa por un ambiente saludable. La relación es fuerte. Pero claro, tenemos el tema de la provisión de agua las ciudades que también puede comprometer a los ecosistemas en nombre de las necesidades de agua de las grandes ciudades.
Ya dirán los candidatos que ellos proponen el desarrollo sostenible. Que van a cuidar la ecología. Pero a la hora de la hora. Si pudieran hacer más casas, sacar más agua y educar para el consumo, lo seguirán haciendo. El Ecuador, aun en tiempos de revolución, ha escogido el modelo extractivista y de materias primas.
Ojala, por ahi se rocen algo estos temas.
jueves, 5 de febrero de 2009
Sedimentacion Río Guayas
Salio en las noticias que la sedimentación del río Guayas ha alcanzado niveles alarmantes. Que dicha sedimentación dificulta la navegación y puede contribuir a inundaciones mayores a las normales. Y claro, enseguida la solución mágica: el dragado.
El problema es que el dragado puede ser una solución física que elimine parcialmente el problema, pero causa otros problemas como la remoción de metales pesados del sedimiento. Porque resulta que dicho sedimento tiene muchos elementos que son nocivos para la salud, provenientes principalmente de agroquímicos y de la contaminación minera.
Lo que me indigna un poco es que aunque si se menciona de pasada, no se reconoce en su real magnitud la causa del problema que es la deforestación de las fuentes del río y sus márgenes. El tener bosques saludables en las cabeceras de los ríos y vegetación riparia contribuye de manera sustancial a disminuir el proceso natural de sedimientación. Tanto es así que el Estado lo reconoce a través de leyes. Tanto a nivel de Estado central como de gobiernos locales. La necesidad de conservar los bosques y la vegetación riparia se ha traducido muchas veces en la creación de bosques protectores en las fuentes y ordenanzas que protegen las riberas. Pero en la práctica, dichas herramientas de manejo no se han aplicado o han quedado en el papel.
Es vergonzoso ver el manejo nulo que tienen los bosques protectores asociados a la represa Daule Peripa. Es responsabilidad del estado mantener esos bosques en la mejor condición, considerando lo estratégico que es dicha represa para proveer de agua para consumo humano y la agricultura a una enorme superficie y una gran cantidad de población humana. Pero resulta que nadie es responsable.
Ahora estamos enfrentados al dilema de tener que dragar. Pero nadie habla de proteger lo poco que queda y restaurar el hábitat natural. Eso solo implica que el problema será solucionado parcialmente y que en pocos años volverá la misma historia
Hasta cuando? Y los derechos de la naturaleza?
El problema es que el dragado puede ser una solución física que elimine parcialmente el problema, pero causa otros problemas como la remoción de metales pesados del sedimiento. Porque resulta que dicho sedimento tiene muchos elementos que son nocivos para la salud, provenientes principalmente de agroquímicos y de la contaminación minera.
Lo que me indigna un poco es que aunque si se menciona de pasada, no se reconoce en su real magnitud la causa del problema que es la deforestación de las fuentes del río y sus márgenes. El tener bosques saludables en las cabeceras de los ríos y vegetación riparia contribuye de manera sustancial a disminuir el proceso natural de sedimientación. Tanto es así que el Estado lo reconoce a través de leyes. Tanto a nivel de Estado central como de gobiernos locales. La necesidad de conservar los bosques y la vegetación riparia se ha traducido muchas veces en la creación de bosques protectores en las fuentes y ordenanzas que protegen las riberas. Pero en la práctica, dichas herramientas de manejo no se han aplicado o han quedado en el papel.
Es vergonzoso ver el manejo nulo que tienen los bosques protectores asociados a la represa Daule Peripa. Es responsabilidad del estado mantener esos bosques en la mejor condición, considerando lo estratégico que es dicha represa para proveer de agua para consumo humano y la agricultura a una enorme superficie y una gran cantidad de población humana. Pero resulta que nadie es responsable.
Ahora estamos enfrentados al dilema de tener que dragar. Pero nadie habla de proteger lo poco que queda y restaurar el hábitat natural. Eso solo implica que el problema será solucionado parcialmente y que en pocos años volverá la misma historia
Hasta cuando? Y los derechos de la naturaleza?
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