jueves, 12 de febrero de 2009

De Machalilla a Podocarpus

Las áreas protegidas son la estrategia de conservación in-situ más utilizada en el mundo en general y en el Ecuador en particular. El problema es que las áreas se crean pero no se manejan. Es decir, se manejan pero con presupuestos reducidos y con personal insuficiente.

Particularmente creo en el concepto de las áreas protegidas. En un concepto moderno, entendiendo que existen lugares específicos que es mejor proteger de las actividades humanas. Especialmente aquellos lugares que proveen de agua o que poseen una diversidad extraordinaria y frágil. Entendiendo que las comunidades locales deben participar en el manejo del área y que pueden existir actividades productivas amigables con el entorno.

Y bueno, me ha tocado trabajar en ellas. Tratar de contribuir un poco a su conservación. En este particular momento trabajo específicamente para dos áreas: El Parque Nacional Machalilla y el Parque Nacional Podocarpus. Dos áreas bastante diferentes pero con muchas cosas en común.

Machalilla queda en la costa central ecuatoriana, en la provincia de Manabí. Es relativamente pequeña, tiene menos de 60.000 hectáreas y sus ecosistemas característicos son el bosque seco, los bosques de neblina de la cordillera costera, el matorral seco, la costa y áreas marinas que incluyen playas rocosas, arenosas y corales. En Machalilla encontramos poblaciones humanas que se dedican a la agricultura, a la ganadería, pero principalmente a la pesca y al turismo. Y una de las características más importantes del área son los recursos culturales que están asociados a ella.

Podocarpus en cambio es un área andina que incluye páramos y bosques montanos. Se encuentran en el sur del Ecuador. No existen poblaciones humanas dentro pero si en sus alrededores. Su superficie es de 220.000 hectáreas. Ha sido caracterizada por tener un gran número de aves y una importante diversidad terrestre y acuática. De hecho, sus páramos y bosques generan y regulan cuencas hidrográficas que no abastecen solo Ecuador sino Perú.

Machalilla fue creada en 1979, cuando yo tenía 6 años. Podocarpus en 1982 cuando yo tenía 9. Es decir, yo estaba en la escuela. Aprendiendo a leer y a escribir, jugando mucho fútbol. Me gustaban los animales pero no estaba ni cerca de pensar que me iba a dedicar a la conservación. Es más, ni siquiera se habla de eso. Muy poco. Fundación Natura recién estaba siendo creada.

Y hoy, modestamente contribuyo a su conservación, usando mis conocimientos y experiencias. En Podocarpus estoy asesorando la elaboración de su tercer plan de manejo. Ha sido un proceso complicado, con algunas dificultades. Pero estoy contento, ha habido una participación interesante y creo que el documento refleja lo que los actores han trabado. Se abre el gran desafío de implementar el plan de manejo. Veamos como va.

En Machalilla estoy en lo más mio que es la comunicación. Un pequeño componente dentro de un gran proceso que tiene que ver con turismo en el área marina del Parque. Es un proceso interesante porque se ve claramente como la comunicación es imprescindible para los procesos de consevación.

Realmente espero que estos aportes sean trascendentes y que las áreas puedan cumplir sus objetivos. Es un desafío. Pero es necesario.

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