miércoles, 16 de diciembre de 2009

Dejen nomas

Dejen nomas….al clima no le importamos mucho.

Mi teoría es que la vida en la tierra no la vamos a poder destruir los seres humanos. Por más que hagamos nuestro mejor esfuerzo contaminando todo, derrochando los recursos, siendo injustos con nuestros propios congéneres. No vamos a poder.

Lo que va a pasar es que la tierra se va a rebelar y los que vamos a marchar somos nosotros. Nos quedaremos sin los recursos que necesitamos para sobrevivir. Pero algunas especies se aprovecharán de los nichos que dejamos. Y la vida seguirá.

Sería triste, seríamos uno de las especies que menos han durado sobre la Tierra. Y eso que supuestamente somos inteligentes.

La verdad es un tema complejo. Se necesitan acciones a todo nivel. Es fácil despotricar contra las grandes potencias. Ellos no quieren perder sus privilegios. Pero nosotros tampoco. Derrochamos todo. El agua, la energía, los recursos.
Estos días que ha habido apagones de luz, me ha reconfirmado lo dependiente que somos de la energía eléctrica. Sin corriente no hay luz, no hay ventiladores, refrigeradoras, internet. Todo se vuelve caótico.

Es claro que la mayor responsabilidad es de las empresas que consumen demasiado, pero nosotros como seres humanos también lo hacemos en proporción. Prendemos todas las luces, dejamos aparatos conectados y encendidos. Ahora en Navidad, a pesar de la crisis, todo el mundo prende los árboles y un pocotón de luces.

Así no hay como. Debemos exigirles a las industrias y a las empresas. Pero también debemos exigirnos a nosotros. No por una cuestión romántica sino por supervivencia.

Amen….

martes, 8 de diciembre de 2009

Navidad ecológica

A ver, como sería una navidad ecológica?

Quizas lo más importante es que exista el menor consumo posible. Digo esto y seguramente más de la mitad de la gente que lea esto y no sea ambientalista me quiera matar. Resulta que lo mejor de las ventas para casi todo el mundo es diciembre. Entonces, una propuesta tan poco conciente como consumir menos es un sacrilegio. Miles de personas esperan esta época para recuperarse de un mal año, para por lo menos no cerrar con pérdidas.

El tema es que los recursos ya no aguanta mucho más. Nada que ver con Apocalipsis o 2012. Pero si la muerte lengua de nuestros ríos contaminados, a la menor disponibilidad de agua para consumo humano y para producir alimentos. Mas tala de bosque, mas basura, mas carros, más equipos que consumen más energia.

Entonces, es posible, conservar sin empobrecernos? Yo creo que quizás si. Pero siempre y cuando reconozcamos la situación.

Son bonitas las luces, pero creo que hay que usarlas con mesura. Con horarios determinados, sin exagerar. Que sentido tiene dejarlas prendidas toda la noche? Hay que comprar regalos pero evitar tanta envolutura, tanto desperdicio.

Pero también podemos ser proactivos. Buscar agajasar gente lugares con alta diversidad, plantar árboles, dar regalos ecológicos o que apoyen a comunidades que dependen del bosque.

Pero siempre, mas importante...consumir menos...

domingo, 6 de diciembre de 2009

Clima caliente

No se si estoy sugestionado. Pero cada vez siento más calor en Guayaquil. El otro día, eran las 4 de la tarde y un termómetro de la calle marcaba 36 grados centígrados....una temperatura que antes solo se daba hasta las dos de la tarde....



¿Significa todo esto que el mundo es más caliente que antes? La verdad es un poco díficil saberlo. Este tema del calentamieto global es complejo. Para empezar hay que estar conscientes que este planeta, nuestro planeta ha estado más caliente y más frío que hoy. El cambio climático es un elemento natural del mundo. Y conocemos poco de ese cambio. Tenemos algunas nociones pero en tiempos geológicos diferentes. Sabemos que hubo una edad del hielo hace millones de años, que duró millones de años....



Pero ahora tratamos de resolver el clima en años o en períodos de 5, 10 o 100 años. Es algo totalmente diferente. No podemos saber con certeza si el cambio actual es un ciclo o es un cambio más o menos permanente.

Entonces, cual es el curso a seguir? Ante la incertidumbre creo que lo más prudente es actuar con cautela. No veo al mundo acabarse en un gran cataclismo....aunque puede ocurrir. Lo veo más bien, muriendo de muerte lenta, con los seres humanos enfrentados por recursos cada vez más escasos.

Creo que es importante avanzar hacia tecnologías menos contaminantes. Con o sin calentamiento. Porque la diferencia es relativa. Nos morimos pronto o un poco más tarde. Pero con este ritmo de vida, seguro nuestro destino no es muy prometedor.

Yo creo que con la conciencia tranquila, algunos podemos decir que venimos hablando de esta necesidad desde hace algunos años. Ahora ya no nos miran raros. Leen las noticias en el periódico sobre la sequía en el Ecuador y se asustan. Piensan que el calentamiento es posible. Y yo me rio porque la verdad es que no sabemos. No quiero entrar en la gran polémica de los datos, de la ciencia a favor en contra de los grandes intereses. Simplemente creo que como seres humanos no tenemos la capacidad de entender el cambio climático. Todavía.

Pero creo que si somos capaces de entender que la contaminación nos deja cada vez menos recursos disponibles, que la distribución de la riqueza es inequitativa e inaceptable, que los bosques y la biodiversidad son nuestro patrimonio. Y se debe actuar en consecuencia.

El cambio es incierto. Pero bueno, por lo menos que sirva para poner el tema en agenda...

Muerte

En el aspecto puramente biológico, la muerte es parte de la vida. Es un hecho que nada se crea o se destruye, todo se transforma. Y la muerte, libera los nutrientes y los elementos que estaban atrapados en un organismo. Se liberan esos elementos y de alguna forma vuelven a la tierra o al aire para seguir los ciclos inmutables que dan vida al planeta....un amigo solia decir que cuando nos tocamos el brazo estamos tocando alguna parte de algún dinosaurio. Lo decia en el sentido que los elementos que hoy constituyen nuestro cuerpo son los mismos que los que constituyeron a los dinosaurios, así que por una feliz coincidencia pueden ser los mismos.

La muerte es parte del ciclo, casi una necesidad de la vida. Es la poesía de la vida. Entregamos nuestra vida para que la tierra pueda seguir funcionando.

Pero claro, desde el punto de vista humano, la muerte no es tan poética. Es dolor, es sufrimiento, es un antes y un despúes. Existe una fuerte tendencia de los seres humanos para tratar de alargar la vida. A través de la medicina y de múltiples avances en los temas de salud pública, hemos aumentado la expectativa de vida. Cada vez, menos niños mueren. Cada vez logramos llegar más lejos, incluso con calidad de vida.

Tendrá eso un impacto en los ciclos de vida? No muchos la verdad porque en términos globales, unos años más o menos no representan nada para todo el planeta.

La inmortalidad existe en la naturaleza, pero es otra forma de inmortalidad....

viernes, 27 de noviembre de 2009

Empleo y Conservacion

Quizás uno de los valores positivos más arraigados de nuestra sociedad es el trabajo. El trabajo permite generar los ingresos para la supervivencia y para vivir con dignidad. El trabajo permite a la gente tener una ocupación para su tiempo. El trabajo permite ofrecer beneficios a los conciudadanos.

El tema es que la mayoría de las acciones humanas tiene consecuencias sobre el ambiente. En algunos casos, los impactos son leves, en otros graves y en algunos irreversibles. Pero el ambiente es la base de nuestro sustento. De su existencia obtenemos bienes tan preciados como el agua, los alimentos, las medicinas, el disfrute. Por otro lado, el ambiente nos permite desalojar y limpiar nuestros desechos. Es nuestro patrimonio.

Entonces surge una contradicción entre el tema del empleo y la conservación de la biodiversidad. En el sentido de que algunas actividades productivas que generan empleo atentan contra la sustentabilidad de los sistemas naturales que sostienen la vida. Por ejemplo, la construcción de obras de infraestructura como carreteras, sistemas de captación de aguas, proyectos hidroeléctricos. Todas actividades de beneficio social y generadoras de empleo. Pero también perjudiciales para los ecosistemas terrestres, acuáticos y marinos.

Mucha gente hace una pregunta falaz. ¿Qué es más importante, la gente o los pajaritos? La respuesta es obvia. La gente. Pero no existe gente si no existen pajaritos. Lo que pasa es que la relación es un poco indirecta. Los seres humanos somos parte de los sistemas naturales y aunque a través de la tecnología hemos conseguido poner distancia, todavía dependemos de elementos naturales. Por ejemplo, el agua. Somos seres de agua. 70% de nuestro cuerpo es agua. 70% de cada célula de nuestro organismo es agua. Necesitamos agua. Para tomar y saciar nuestra sed, para producir y cocinar nuestros alimentos, para nuestro aseo, para la recreación, para la limpieza de nuestros desechos. Y esa agua solo la podemos obtener de la naturaleza. Igual que los alimentos, los materiales para la construcción y para elaborar artículos como las computadoras y los papeles.

Entonces, necesitamos los sistemas naturales. Y para que los sistemas naturales funcionen, necesitamos que sus componentes funcionen. Eso incluye los elementos inorgánicos, las plantas y los animales. Es decir los pajaritos que polinizan plantas, que sirven de alimento para otros animales, que son carroñeros y ayudan al reciclaje de nutrientes. Los pajaritos que con cierto manejo pueden generar ingresos.

Pero volvamos al tema, el empleo y la biodiversidad. ¿Qué hacemos con aquellas actividades productivas que generan empleo y que afectan la biodiversidad? Yo no tengo una solución pero si algunas consideraciones que me parecen importantes.

Creo que las actividades productivas tienen que desarrollarse. Pero creo que cada actividad productiva tienen que revisar sus impactos en la biodiversidad y hacer lo posible por disminuir aquellos impactos negativos. Con sinceridad y balanceando los aspectos sociales, económicos y ambientales. No se trata de reducir la producción, sino entender que implica esa producción para el ambiente. Cuanta superficie se ocupa, cuantas plantas y animales se pierden, cuanto se contamina. En el largo plazo no existe negocio sustentable si no se protegen los recursos que se necesitan para producir o los recursos que necesitan las poblaciones humanas que pretendemos servir o las que les queremos vender. Por eso es importante que se tomen todas las medidas necesarias para conservar la biodiversidad. Si eso implica inversión, se debe invertir.

Por otro lado, también considero que es importante generar empleos relacionados con la conservación de la biodiversidad. Extensionistas, educadores ambientales, guardaparques, manejadores de recursos naturales. La gran pregunta es como pagar esos empleos sin caer en el enfoque de ser contratados por una limpieza de imagen. Pienso que este es el gran desafío.

La conservación no puede implicar disminución de fuentes de trabajo, pero tampoco puede implicar la destrucción de los sistemas naturales que sustentan la vida en el planeta.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Conservación con base comunitaria

Ahora que voy a volver a entrar de lleno en este tema, creo que es importante hacer un par de reflexiones.

Primero, creo que lo más importante es reconocer que donde existen comunidades no existe otra conservación posible que no sea una con base comunitaria. Es decir, una que tome en cuenta a las comunidades no como beneficiarios sino como un actor directo y principal en el proceso. Las discusiones pueden ser eternas, pero pragmáticamente, lo que yo pienso es que mientras más y mejor se involucre la gente, mejor conservación se logrará. Con con el idealismo de pensar que las comunidades locales o indígenas son conservacionistas....ni mucho menos. Pero si con la convicción de que si la gente no de convence de que es importante mantener la salud de los ecosistemas, no existe nada que podamos hacer para lograrlo.

Aqui se tratan muchos temas de equidad. Es justo lo que les pedimos a las comunidades? Les pedimos que cambien sus actividades, que tengan mejores prácticas, que ordenen su territorio, que cacen sustentablemente. Todo eso tiene un costo y es importante repartir esos costos equitativamente entre quienes son más afectados y más beneficiados. No en el sentido estricto de un pago por servicio ambiental o por un comercialización de algo. Más bien en el sentido de que no podemos sacrificar a la gente que vive circunstancialmente en los lugares críticos para la conservación en nombre de la humanidad. Hay que buscar equilibrios.

Otro tema importante es aproximarse con respeto. Valorando a la gente, sus practicas, sus costumbres, sus percepciones. No importa si nosotros tenemos otros sistemas de valor. Lo fundamental es el respeto. Y ese respeto empieza como yo siempre digo, escuchando primero. Escuchando con el mejor prejuicio posible. Ya sabemos que cultivar en una pendiente pronuncia es malo para el ecosistema y quizás hasta para la producción. Pero hay que escuchar por que la gente siembra en dichas pendientes. Seguro hay una explicación.

También es fundamental entender que una comunidad no es algo homogeneo. Que existen diversos intereses dentro de la comunidad y que dichos intereses importan mucho.

Trabajar con comunidades es fascinante. Pero es un gran desafío. Hay que entender que uno no es parte de dicha comunidad y entender claramente el rol que uno quiere asumir. Y además, comunicar eso lo más claramente posible. En todo momento. Como digo, no es fácil. Pero es la única manera

lunes, 16 de noviembre de 2009

Energia

Definitivamente uno de los temas candentes del momento es el tema de la energía. En parte porque es lo peor del mundo vivir sin electricidad. Somos demasiado dependientes de ella.

La pregunta del millón es que pasa? Por que no hay suficiente energía en Ecuador? Y la respuesta tiene varios matices. Por un lado está el tema del consumo. De la demanda. Cada vez somos más ecuatorianos por lo tanto la demanda es mayor. Pero también, cada vez, cada persona demanda más energía. Entonces la demanda crece porque hay más gente y porque usamos más energía.

Y la oferta? Aquí la cosa se complica. Por un lado, físicamente no existe la suficiente capacidad de generación de energía. En el sentido de que no se ha levantado la infraestructura necesaria. Porque al vivir en el Ecuador, tenemos algunas fuentes potenciales. La hidroeléctria, la solar, la eólica. Sin embargo, el tema no se ha tratado de forma estratégica. En la práctica, porque planes han habido muchos e interesantes, pero no se han llevado a la práctica. Por lo tanto, la consecuencia son los racionamientos de energía.

Es irónico porque existen los recursos. Pero hacer hidroeléctricas no es fácil. Son inversiones grandes y trabajos muy especializados. El problema con eso, es que cuando de por medio hay mucha plata, también hay mucha corrupción. Las cosas no se hacen o se hacen mal. Pasan años y seguimos dependiendo solo de la vertiente oriental. Hemos sido poco estratégicos.

Pero bueno, más allá de todos los temas netamente energéticos, hay un tema que está en relación con este blog. Y es el tema de la deforestación. Para mantener las capacidades de los ecosistemas de retener el agua para la generación hiodroeléctrica se necesita conservar la naturaleza. Sin atenuantes. Una de las causas de la falta de caudal es la deforestación. Está, aparte de alejar las lluvias, hace que la sedimentación de los ríos sea mayor. Es lamentable esta falta de previsión. Hablan y hablan de que son ambientalistas, pero en la práctica, se permite la deforestación en los lugares críticos, como las cabeceras de los ríos.

Nadie niega el derechos de las poblaciones para buscar oportunidades económicas, o para vivir dignamente. Pero no se puede entender que el beneficio de unas pocas familias esté por encima del beneficio de muchas. No se trata de poner cercas, pero si de entender que hay lugares que es necesario proteger, dejar lo más natural posible.

Hay que enfrentar el problema de manera integral. No solo hay que producir más energía, sino ahorrar más y conservar los ecosistemas que sostienen la vida.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Políticas Publicas

Luego de un largo silencio, vuelvo a la carga.

Ahora quiero hablar de un tema que no me es tan conocido (que raro yo metiendo cuchara donde no debo) pero que resulta relevante. Las políticas públicas. Debo reconocer de entra que desconfío de lo publico, desconfío del gobierno. No de este en particular, sino en general de todo. Debe ser porque en los años que tengo de razón, me he encontrado con un estado que no hace lo que tiene que hacer y que cuando lo hace lo hace mal.

Claro, esto está influido también porque mi desarrollo profesional se ha dado en el mundo de las organizaciónes no gubernamentales, que por definición trabajamos donde el gobierno no lo hace. Entonces, peor aún.

Pero claro, en este caminar y trajinar uno se da cuenta que el trabajo que uno hace en una comunidad, o en un municipio o en cualquier lugar puede ser bueno, pero casi siempre es puntual y poco durarero. Uno sale y las cosas no siguen o lo que es peor vuelve a su derrotero anterior. Ante eso, se empieza hablar de las políticas públicas como una herramienta para darle continuidad a las cosas. Porque lo público, a diferencia de lo no gubernamental, está obligado a permanecer. Entonces, una política pública le da continuidad

Entonces, se empieza a teorizar sobre la política pública. Que se la debe construir con la ciudadanía, en base a información real, que debe ser difundida y socializada. Que está implícita la capacitación y el fortalecimiento de las organizaciones para que puedan participar. Se incluyen todo lo que es defensa de derechos, está ligada a gobienos centrales, pero también a gobiernos locales. Bla bla bla. Bonito en el discurso.

En la práctica, como siempre aterrizar estas maravillas cuesta mucho. Tiempo y dinero. Porque la gente no está acostumbrada a participar, a exigir. Algunos si, pero la gran mayoría no. Se organizan discusiones y la gente no aparece. Siempre hay un mejor programa. Se contrapone a las autoridades y a la sociedad civil y el dialógo no fluye. Es complejo.

Pero debo confesar que importante y necesario. En el tema ambiental es fundamental establecer políticas públicas. Y una de las principales características es que debe ser de largo plazo. Porque la conservación no es para mañana, sino para el futuro. Eso no quiere decir una política inamovible, pero si, adaptada a las circunstancias. Esas políticas deben ser a niveles superiores pero también locales. Lo más locales posible. A nivel de barrio, a nivel de parroquias, a nivel de comunidades.

Como siempre, no solo la política es el fin. Sino también la discusión que surja alrededor de ella. Mucha de la riqueza está en plantear criterios, cuestionar, conocer, aprender, valorar.

Hoy estuve en un foro para trabajar el tema. Hubo poca gente. Poca participación. Escuche mucha queja y poca respuesta. Creo que fue un inicio interesante. No me desalienta sino que me hace sentir que el tema hay que trabajarlo. Y eso es lo interesante

lunes, 19 de octubre de 2009

Carretera Pedro Carbo Manglaralto

Quien duda que las carreteras son elementos indispensables del progreso? A mi que me gusta viajar, siempre prefiero una carretera asfaltada y con seguridades.

Pero creo que hay carreteras que no deben hacerse. Siempre es importante llegar más rápido? Yo creo que no. Creo que hay otras consideraciones. Por ejemplo las ambientales. Existe un ecosistema único en el Ecuador y en el mundo, el bosque seco. Está en peligro por diversas causas. Los ecuatorianos tenemos el privilegio de contar con este ecosistema. Pero también tenemos la responsabilidad de conservarlo.

Hacer una carretera atravesando el bosque seco no me parece la mejor idea. Me diran que van a usar la mejor tecnología, que van a respetar los ecosistemas, que van a implementar acciones de mitigación. Pero no les creo. Ya lo han dicho otras veces.

Les creo si veo en el presupuesto un rubro serio para estudios serios. No los mismos de siempre, lo de mentirita, los de copy paste. Les creo si contratan a los mejores profesionales independientes y permiten veedurías. Les creo si en la construcción uno de los rubros más importantes es el de conservación. Que se duplica el costo de la carretera? Puede ser, pero no dizque era importante el medio ambiente?

Socialmente, pueden haber razones para construir una carretera. Pero se debe hacer un análisis serio y alejado de la politiquería. Lo importante es unir dos puntos, incentivar el comercio, abrir oportunidades de turismo. Pero para eso, no se necesita una carretera necesariamente.

Digan nomás que somos detractores del progreso. Cuando más adelante hayamos perdido el patrimonio, hablamos.

domingo, 11 de octubre de 2009

Basura en Guayaquil

Ahora ultimo que camino en el centro noto que la ciudad está un poco sucia. No como antes que era una porquería, pero si sucia. Se notan los sitios donde día a día se coloca la basura, huele un poco mal.

Y eso me lleva a algunas reflexiones. La primera tiene que ver con la producción de basura. Somos una ciudad que produce demasiada basura. Y todo tipo de basura. Orgánica, plásticos, desechos peligrosos de hospitales o de las baterías que ya no usamos. Generamos mucha más basura de la que deberíamos. En primer lugar por la falta de conciencia. No creo que están muy claras para los ciudadanos las consecuencias de producir tanta basura. El tema salud, el tema ornato, el costo que representa para la ciudad el manejo de la basura, el deterioro de los recursos que necesitamos para nuestra vida cotidiana.

La segunda reflexión es que el sistema de manejo de desechos sólidos en Guayaquil no se compadece con la supuesta modernidad de la ciudad. Apenas se podría calificar como recolección y disposición final. Pero como decía, cada vez con más deficiencia. No hay separación en la fuente, no hay reciclaje, no se hace compost, no se produce biogas. Nada de nada. Recolección y disposición final.

Pienso que el municipio debería tomar este asunto con mayor seriedad y manejarlo técnicamente. Tener un programa de educación ambiental agresivo y extendido, que debería mejorar la recolección y buscar alternativas de reciclaje. Con la cantidad de basura que se produce en Guayaquil, seguro hay muchas oportunidades de negocio que se están desperdiciando.

A mi se me hace intolerable que en Guayaquil, una ciudad de avanzada, no se le de a este tema la relevancia que corresponde.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Pesca

Yo para variar para hablar de algo que no conozco profundamente. La pesca. Que rico que es comer pescado fresco. O unos camarones....

La verdad es que tengo una relación de vieja data con la pesca. Desde hace mucho tiempo consumo pescado. Todos los viernes comíamos pescado en la casa para evitar la carne. Eso incluía pescado frito con salsa de cebolla o un pescado herbido con papas con mantequilla. Luego también hubo una relación más fuerte porque mi papa se dedicó a la pesca. En el sentido deportivo. Se iba al fin de semana con caña y traía algo de pescado. Alguna vez lo acompañé y la verdad me aburrí mucho. Habré lanzado la caña unas tres veces. Y por supuesto no pesqué nada. Otra relación con los pescadores fueron mis constantes vacaciones en Punta Blanca. Por ahí andaban los pescadores en sus pangas y sus redes. Era bonito acercarse a ver la pesca cuando salía del mar. Y bueno, yo tenía una pelea a muerte con los larveros. Los manes se pasaban todo el día con su red de un lado para el otro y jodían mi diversión con el Morey Boogie. Es decir, la relación ha sido largo.

Luego vienen los días de conservacionismo. Y claro, el tema es que los pescadores hacen uso de un recurso natural y a mi me da la sospecha de que no lo hacen de una manera sustentable. Es decir, exceden la capacidad del recurso de regenerarse. Además, sus actividades tienen impacto sobre la biodiversidad asociada a los peces. El suelo marino, el coral. También contribuyen a la contaminación pues faenan en la playa y dejan los restos expuestos al aire libre. En lugares donde se práctica más, incluso podemos hablar de contaminación por hidrocarburos.

Entonces, naturalmente a mi me interesa ver la manera de que las cosas se hagan mejor para que se pueda conservar la biodiversidad marina, otro de los patrimonios de la humanidad que el Ecuador es privilegio de tener.

Pero hay que partir de reconocer algunas cosas. La pesca no es una sola cosa. Existen diferentes tipos de pesca, diferentes artes de pesca, diferentes maneras de participar en la actividad. La pesca significa ingresos y empleo para mucha gente, en la pesca hay muchos intereses. La pesca es una actividad tradicional, ancestral. La pesca es una actividad de mucho sacrificio y de muchos riesgos. El frío del mar, las condiciones laborales precarias, la inseguridad.

Como siempre mi discurso es que se puede practicar la pesca pero bajo ciertas regulaciones que permitan que ésta sea sustentable. Eso implica determinar los tipos de pesca, los artes, dejar ciertas zonas para descanso y otras para conservación más estricta. Eso implica trabajar en la organización de los pescadores, en facilitarles alternativas de desarrollo. Eso implica mejorar sus condiciones de vida.

La sociedad necesita pescado. La sociedad necesita empleo e ingresos. Pero la sociedad también necesita su patrimonio natural. Por eso es importante caminar hacia el equilibrio, sorteando los interés particulares y trabajando por el bien comun

jueves, 3 de septiembre de 2009

Conservar antes que reforestar

Es sencillo. Es mucho más fácil y mucho más barato conservar que reforestar. No logro entender porque tantas instituciones cuando dicen que van a hacer algo a favor de la naturaleza piensan que lo mejor es sembrar unos arbolitos.

Permitanme discrepar. Aunque no sea muy sexy, aunque no sea digno de titular, aunque sea difícil de reflejar en una foto, es mucho mejor mantener un lugar en condiciones naturales (a base de un ordenamiento territorial y desarrollo social equitativo) que plantar árboles. La naturaleza es sabia, ella sabe como regenerarse si le damos tiempo y mantenemos ciertas condiciones.

Nadie dice que reforestar sea malo. A veces es necesario. Pero en un mundo de prioridades, cuando escasean los recursos, el costo-beneficio de conservar es mucho mayor que el de reforestar.

Porque la gente también hace la cosas a la ligera. Dicen, "sembramos tantas plantas". No toman en cuenta que lo que importa no es cuantas plantas se sembraron sino que porcentaje de prendimiento existe.

La regeneración toma años, la conservación se puede empezar a hacer mañana.

Es simple y creo que hacia allá tenemos que ir. El indicador debe ser, cuantas hectareas de ecosistemas naturales se estan conservando. Olvidémonos de cuantas hectáreas se han reforestado.

sábado, 15 de agosto de 2009

Bicentenario

200 años son una buena excusa para reflexionar. 200 años han pasado desde el 10 de agosto de 1809. Que mismo habrá pasado ese día. Pues tenemos pocas evidencias porque solo nos quedan unos documentos. Y los documentos los elaboraron seres humanos que tenían sus intereses y que interpretaron el asunto a su manera. Con vacíos de información que llenaron con imaginación o con comentarios de fuentes secundarias. Creo que vale la reflexión, de cuántas veces nosotros, de manera intencional llenamos un documento de una manera para cumplir la formalidad pero los acuerdos son diferentes. Por ejemplo, uno firma un contrato que dice una cosa, pero el trato con el empleador es hacer eso y alguna otra cosa que no está estipulada. No habla solo de corrupción sino de acuerdos verbales que mucha gente valora y respeta.

Mas aun, la pregunta profunda puede ser, que significa ese día hoy en día. El calendario está lleno de fechas, pero nosotros solo rescatamos algunas para recordar, por su supuesta importancia. El 10 de agosto definitivamente pasó algo, parece que importante, pero que significa hoy no solo está marcado por lo que sucedió ese día sino por lo que ha venido sucediendo todos estos días. Las posesiones de los presientes, los feriados, los asuetos, las sesiones del congreso. Todo eso va cargando de significado al día.

Pero yo, lo que quiero preguntarme es como era la diversidad biológica en ese entonces y como se manejaba. Y clara, la respuesta es un poco obvia. Había mucho más vegetación natural que ahora. Por ejemplo, toda la costa que ahora es agrícola era un gran bosque húmedo. La sierra tenía mucho más páramo y bosques andinos. Casi no había carreteras ni obras de infraesctructura. Las ciudades eran más pequeñas y tenían menos habitantes que no necesitaban tantos recursos. La fuentes de agua de Quito seguramente estaban en el Pichincha o en las mismas quebradas que ahora son basureros. Seguramente había contaminación, pero por efectos del tamaño de la población no eran tan graves. En la Amazonía las cosas deben haber sido parecidas a los lugares más lejanos actualmente. Profundamente aislados, sin mucho contacto.

Y como se manejaban los recursos? Supongo que las autoridades trataban de hacerlo pero en el contexto de que todo se consideraba inagotable. El agua sobraba, la madera sobraba, el espacio para cultivos sobraba. Más las limitaciones y manejo estaban dadas por controlar los beneficios de la producción. Aunque algunos recursos como las maderas de Guayaquil y la quinina de Loja, sufrieron efectos por su explotación.

Creo que estos son temas para la reflexión también. Las cosas estaban mejor o peor? Creo que la comparación no cabe. Eran tiempos diferentes y no podemos juzgarlos con los criterios de hoy. Había menos depredación, pero había menos gente y menos necesidades. Pero no conocíamos como conocemos ahora y no podíamos disfrutar como hacemos ahora de la diversidad del mar y de la sierra en el mismo día.

Es fundamental entender la dinámica social para entender su impacto en el ambiente y como ese impacto regresa y afecta la dinámica social. La historia es importante para poder diseñar nuestro futuro.

No a la guerra

Por ahí sale un tipo diciendo que soplan vientos de guerra en la región. Que nos están provocando....

Y yo digo, provaciones siempre habrá, lo importante es como nosotros procesemos dichas provocaciones. Uno puede hacerse el bravucón y responder o también puede tomar el partido por desentenderse y seguir en lo de uno. Eso no te quita dignidad ni sobería, es solo un estilo de manejar las cosas.

Soberanía como tal no existe. Las relaciones humanas son demasiado complicadas. Siempre están sujetas a algo o alguien. Aborrezco cualquier intento de justificar las acciones basadas en el patrioterismo. Me suena tan falso. Me suena a los tipicos sabidos que había en la escuela que pensaban que con su fuerza lo conseguían todo. Viendo las cosas a distancia puedo decir que hubo espacio para todos. Para los sabidos bravucones y para los que eramos más tranquilos.

La guerra es lo peor que puede existir por nos lleva a la pobreza, a la muerte y a la destrucción. Casi nada la justifica. Las razones siempre están arriba y no consideran a los de abajo. Nos toca pelear para que los de arriba no pierdan su dignidad. Y cuando digo pelear me refiero no solo a los que están en el frente sino a los que nos toca sostener a esas personas. Yo simplemente no lo entiendo y no lo comparto.

Si quieren matarse, matense ellos y no nos jodan. Lo que nosotros queremos es paz, tranquilidad, oportunidades, libertad.

Yo siempre me pregunto, como es que puede existir un país como Costa Rica que no tiene ejercito. Siempre habrá excusas para decir que aquí no es posible. Que la guerrilla, que el Perú, que esto, que lo otro....Pero Costa Rica no vive en el paraiso, vive a lado de Nicaragua, vive en centroamérica donde la guerra era algo fuerte. Pero no tienen ejército y eso se nota cuando uno lo visita. La gente es educada porque pueden gastar plata en lo que importa, en educar. No es perfecta, pero se respira otro aire.....

Que odien los generales, que me odien los patriotas, pero por que no pensar en un Ecuador sin ejercito.....Para eso si nos faltan agallas....

Y como este espacio es para la diversidad, solo quiero hablar un poco de las posibles consecuencias de la guerra para la biodiversidad del Ecuador. Primero quiero dejar sentado que no es impacto más importante. El impacto más importante es en la sociedad, en los seres humanos.

La guerra necesariamente significa destrucción de los ecosistemass, significa contaminación de los ríos, la tierra y el cielo. La guerra significa deterioro de las condiciones sanitarias. Es decir, hay una afectación directa sobre los ecosistemas y sobre las especies. Por otro lado, también hay afectaciones indirectas como por ejemplo que para financiar los costos de la guerra se necesitan recursos financieros que se obtienen con mayor rapidez de extraer recursos naturales, afectando otra vez a la biodiversidad. También al aumentar la pobreza, la gente dependerá más de los recursos del bosque.

La guerra afecta nuestro patrimonio natural y cultural. La guerra no sirve para nada. Por eso no a la guerra, venga de donde venga. No nos dejemos provocar. Seamos inteligentes y no viscerales que del patrioterismo no se puede vivir, peor vivir con dignidad....

domingo, 2 de agosto de 2009

Agricultura

Abrir la tierra para poner semillas es un acto casi sagrado. A mi me suena a algo místico. Hay muchos factores ambientales y humanos implicados. Por un lado hay que tener la tierra para poder colocar la semilla, hay que tener la semilla, hay que tener gente que ayude para el trabajo. Todo eso genera gasto. La tierra tiene que ser adecuada, necesitamos que la lluvia caiga en suficiente cantidad y en el tiempo adecuado. Necesitamos al sol. También necesitamos abono, técnicas para controlar las plagas. Necesitamos los instrumentos de siembra y de cosecha. Luego a vender. Ahí está el mercado con sus precios implacables, los intermediarios, los transportistas. La gente que quiere pagar lo mínimo por los productos. Y alrededor de eso muchas cosas, nuestros conocimientos ancestrales, los intereses económicos, los técnicos, las políticas de gobierno, el riego o la falta de riego. La pobreza, la gente mala, los peligros de enfretamientos por tierras, por robo.

La agricultura es un oficio noble. Mucha gente se dedica a esa labor, mucha gente vive de eso. Con todo lo que eso implica. Trabajo físico, incertidumbre, mercado implacable, discriminación. El Ecuador, a pesar de que muchos han hecho lo imposible por cambiarlo, sigue siendo un país agrícola. Un país que produce banano, arroz, maíz, papas, mellocos, papaya, mango, cebolla, naranjilla, ciruelas, tamarindo, pimiento, tomate. Tantas cosas. Este es un país diverso no solo en plantas y animales silvestres sino en productos agrícolas.

Por otro lado, cuando los conservacionistas hacemos nuestros ejercicios de planficiación y preguntamos cuales son las principales amenazas a la biodiversidad, lo primero que sale es el tema de la frontera agrícola. Los bosques se pierden a costa de la agriculura y de la ganadería. Los bosques que proveen de agua, los bosques que son el refugio de nuestro patrimonio naturales, los bosques que nos proveen de materias primas.

¿Es esto una contradicción insalvable? ¿Pueden coexistir los bosques y la agricultura?

Mi percepción es que si pueden pero se necesita ordenar el territorio y planificar las intervenciones de conservación y agricultura de manera simultanea. Es un tema pendiente de nuestros gobiernos, tanto centrales como locales. Ordenar el territorio y planificar. No es sencillo. Sería fácil si solo tuviera que ver con la aptitud del suelo. Eso se puede conocer relativamente fácil haciendo mapas con información física. El problema es cuando en estos ejercicios incorporamos variables como la tenencia de tierra, los conocimientos de la gente, las tradiciones de cultivo, la estructura de producción. Obviamente, también debemos considerar que detrás están intereses económicos y de poder que no salen a la luz pública, sino que se manejan en la sombra y a través de mecanismos difíciles de percibir y manejar.

Más allá de la planificación también es importante conocer que existen técnicas para cultivar de manera más amigable con el ambiente. Evitando monocultivos, haciendo producción orgánica, dándole valor agregados a los productos, usando herramientas de comercialización más justas.

Conservar no es sinónimo de detener el desarrollo, sino de entender las cosas de otra manera. De comprender que no podemos seguir con nuestros patrones actuales porque nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Lo primero, es cambiar de actitud y discutir de manera transparente un nuevo modelo de desarrollo

sábado, 18 de julio de 2009

30 años

Hace 30 años yo acababa de cumplir 5 años. No recuerdo como celebramos ese cumpleaños. Estoy seguro que fue en la casa de Urdesa Norte cuando todavía había el gran patio de tierra, lleno de árboles y aventuras. Hace 30 años, seguro no conocía la zona de Puerto López ni nada de Manabí. No era una referencia en mi vida.

Hace 30 años nos gobernaba una Junta Militar compuesta por tres militares, valga la redundancia. Estabamos cerca de la transición. Jaime Roldós estaba por asumir el mando presidencial. Volvíamos a la democracia luego de más de 8 años de dictadura militar. Vivíamos la bonanza del petróleo, que por supuesto no le llegó a todo el mundo.

Hace 30 años, Puerto López era una parroquia del cantón Jipijapa, los caminos eran de tierra y díficiles. Hace 30 años, nadie tomaba en cuenta unas ballenas que llegaban a las costas del Ecuador todos los años. Hace 30 años los bosques eran altos y estaban llenos de especies maderables y de animales en no peligro de extinción.

Hace 30 años, casi no había áreas protegidas en Ecuador. Apenas unas cuantas, menos de 10. El mundo casi no hablaba de conservar la naturaleza. El Ecuador tampoco.

Hace 30 años, muchos de los conservacionistas de hoy eran jovenes llenos de ilusiones y sueños.

Hace 30 años, ninguna carrera en las universidades se relacionaba mucho al manejo de los recursos naturales.

Hace 30 años, había pobreza en el Ecuador. No se si más o menos. Yo diría que diferente. La gente vivía mucho más en el campo. Usaba los recursos, sacaba madera, pescaba todo lo que quería. Eramos muchos menos habitantes y el consumo era mucho menor.

Hace 30 años los bosques secos ya había sido bastante afectados pero todavía había remanentes importantes.

Todo era tan diferente hace 30 años. Otras circunstacias. Han pasado 6 lustros, 5 décadas, más de 10 presidentes, algunos alcaldes.

Hace 30 años, en Manabí, se creó el Parque Nacional Machalilla. Un lugar excepcional para la diversidad biológica del Ecuador, tanto terrestre como marina. Un lugar excepcional para la historia del Ecuador, tanto pasada como presente. Un lugar que sin embargo, genera emociones encontradas. Todavía es posible disfrutar y beneficiarse de su belleza, pero ya los ecosistemas están deteriorados. Ya no es lo mismo de antes. La típica pregunta, es, como está Machalilla 30 años después. La reacción de mucha gente es que está peor, que se ha invertido mucha plata y nada ha pasado.

Discrepo. Yo creo que esa es una mirada poco objetiva. Yo los desafío a pensar que hubiera pasado si Machalilla no hubiera sido creado. Quedaría mucho menos. Gran parte del desarrollo de la zona, no se hubiera dado porque el turismo no tendría el mismo impulso.

Estoy de acuerdo en que las cosas no se han manejado del todo bien. Que la inversión no ha sido tan eficiente, que todavía hay demasiado por mejorar. Pero, sin justificar, hay que decir que la estructura del estado no se presta para desarrollar los temas de conservación. La inestabilidad de financiamiento y de organización no permiten procesos de largo plazo. Además, todavía prima en el Ministerio del Ambiente un cierto dejo de aquella filosofía de conservación sin gente. El discurso ha cambiado, pero la práctica no mucho.

Creo que lo importante es que más allá de las fiestas y celebraciones, nos sentemos a reflexionar que ha pasado, que está pasando y como podemos trabajar en el futuro.

Han sido 30 años, hay mucho que contar. Pero eso es una ficción, porque en realidad son solo 30 años de este modelo de conservación porque la zona lleva más de 8.000. Este es un buen momento para tomar pasado y futuro y construir el presente del Parque Nacional Machalilla.

domingo, 12 de julio de 2009

Biodiversidad Guayaquil

Generalmente cuando uno piensa en biodiversidad piensa en alguna gran extensión de bosque o mar natural que puede ser capaz de sostener toda la variedad de flora y fauna que eso implica. Uno se imagina el lodo de un sendero o la arena de una playa solitaria. Pero casi nunca uno piensa en las ciudades.

Las ciudades suelen ser la antítesis de nuestro imaginario de naturaleza. Mucho cemento, muchos vehículos, mucha gente. Y las ciudades grandes peor, más cemento, mas vehículos, más gente. Por ejemplo, Guayaquil. Una ciudad grande en Ecuador con cerca de tres millones de habitantes, con pocas áreas verdes, ¿qué biodiversidad puede haber en esta ciudad? Pues la verdad que no poca.

Guayaquil se ha extendido en un sitio donde antes había bosque seco, manglares y estuarios. Y de eso, algo queda. Todavía existen relictos como Cerro Colorado o el Paraíso, el estero salado en la Kennedy o Puerto Azul. Y en esos lugares tenemos grandes variedades de plantas y animales. Aves, mamíferos, reptiles. Incluso especies tan amenazadas o quizás biológicamente extintas como el cocodrilo de la costa.

Pero incluso, si cerramos el círculo y nos quedamos solo con los parques y parterres y sus bordes, Guayaquil tiene una diversidad espléndida, digna de admiración. Basta con pasear por el malecón. Ahi se pueden encontrar muchas aves. O ir al Parque Lineal en la Carlos Julio Arosemena donde abundan las iguanas. O en el estero Salado en Urdesa donde duermen las garzas. O en los cables de electricidad de ciertas calles donde reposan las palomas.

Obviamente, la diversidad no es la de antes, pero es respetable. Lo importante es empezar a conocerla, valorarla y cuidarla. Si así nomás sin mucho cuidado, todavía tenemos una diversidad importante, que sería si hiciéramos algo para conservarla. Creo que es uan resposabilidad de las autoridades y de los habitantes de esta ciudad.

viernes, 10 de julio de 2009

Participación

¿Qué es la participación? Desde que empecé a merodear el mundo de la conservación escuché que la participación era importante. Y pronto me convencí porque tuve experiencias motivadoras trabajando con unas amigas que creían en eso y que generaban experiencias enriquecedoras. Una de las cosas que más me motivó de mis inicios en el tema fue la necesidad de encontrar un equilibrio entre las necesidades de la gente y la conservación de la naturaleza. Mas allá de los trillados discursos de desarrollo sustentable o la moda actual de unir pobreza con medio ambiente.

Debo hacer una confesión inicial eso si. Yo entré a esto porque me gustaban los animales. Porque cuando era niño "cazaba" sapos en el patio de mi tío. Porque me gustaban los perros y los gatos. Porque me gustaba ver en la televisión animales como los delfines, las ballenas, los leones. Porque me gustaba ir a una finca y sentarme a ver pasar el río, porque disfrutaba de ir a Tumbaco y gozar del campo serrano. Pocas excursiones hice y siempre con un poco de temor. Es decir, lo que me importaba era conservar la naturaleza porque me parecía bonita. Me costaba entender como alguien podía destruir algo que era maravilloso.

Pero enseguida que empecé a trabajar en una fundación, me di cuenta de la otra realidad. Esa que uno ve en las noticias y que la siente lejos. La pobreza y hasta la miseria. Las necesidades y las carencias. Y entonces muy pronto entendí que el tema no era sencillo sino complicado y que la cosa no era con el mundo animal sino con los seres humanos.

Asi que desde entonces creo que para conservar se necesita que la gente participe. Pero de nuevo, ¿qué quiere decir participación? ¿Estar ahi presente? ¿Leer un documento? ¿Escuchar una charla? ¿Emitir comentarios? ¿Diseñar proyectos? ¿Organizar una movilización?

Los teóricos plantean que hay diferentes tipos de participación que van desde la simple información hasta la autodeterminación. Idealmente uno pensaría que lo ideal es la autodeterminación. Una participación tan activa que la toma de decisiones está en los actores sociales y no en las instituciones externas. Pero para llegar a eso se necesita tiempo y preparación.

Se necesita aprender a participar. Es todo un tema. No es sencillo. Se necesita aprender a escuchar y a hacer preguntas, se necesita aprender a entender las necesidades del grupo y a darles cabida. Se necesita tener predisposición, autoestima. Se necesita mucho.

Los conservacionistas a veces caemos en el juego. Como lo políticamente correcto es la participación, la incluimos en nuestros proyectos. Algunos con más énfasis que otros. Pero todavía estamos lejos porque es un tema complicado. Puede ser que consultemos y que acojamos comentarios, pero generalmente las necesidades las seguimos proponiendo nosotros. A la larga, ¿cuántas personas participan en el diseño de una propuesta? ¿Todas las que estuvieron en un taller? ¿O las cinco que dijeron algo?

Creo que más importante es reconocer nuestras limitaciones. Entender los niveles de participación que hemos alcanzado y procurar dar pasos más importantes. Eso solo es posible con educación. Una educación hacia adentro de las organizaciones para aprender a manejar los procesos de participación. Y una educación hacia la gente que queremos que participe. Darles cada vez más poder, más autoestima, más herramientas.

Solo así, algún rato, los procesos de participación serán efectivos

lunes, 15 de junio de 2009

Oportunidades tecnologicas

La verdad es que son un poco desbordantes las oportunidades tecnológicas. Existen ahora muchas posibilidades de generar y distribuir información sin necesidad de pasar por los medios de comunicación masivos. Todavía es un limitante la conectividad en países como el Ecuador, pero una vez en línea, solo la creatividad detiene a las personas y organizaciones de los procesos de conservación.

Por ejemplo, me invitan a recorrer un sendero, yo llevo mi cámara y voy tomando fotos. Al regreso, escribo en el blog la experiencias, comparto las fotos a través del las redes sociales como el facebook o Hi5. Luego, organizo las fotos y con un programa que vienen en la computadora armo el un vídeo con las fotos o las tomas que hice. Igual, subo el vídeo al blog, a las redes sociales o a youtube. Abro mi correo electrónico, pongo un mensaje a mis contactos y ya todo está distribuido, por lo menos dentro del círculo de amigos. Con un poco de suerte y estrategias adecuadas, mis fotos y videos aparecerán en los buscadores.

Claro que hay costos. El viaje al lugar de los hechos, es decir unos pasajes o gasolina, algo de comida y bebina. La cámara de fotos, la banda ancha de internet y mi tiempo. No es mucho comparado con lo que puede costar producir un vídeo profesional.

Ahora, no se trata de reemplezar la necesidad de un trabajo profesional. Siempre será mejor tener tomas hechas por profesionales y ediciones hechas con los equipos adecuados. Pero como un proceso de socialización, basta con armarse de ciertos criterios y conocer la tecnología.

Así yo puedo dar a conocer al mundo un lugar, una iniciativa, compartir archivos, intercambiar información.

Esto mismo que escribo. Me permite expresar mis ideas, recibir comentarios, contestar y replicar. El único límite es mi consciencia. Incluso, uno puede adscribirse a ciertos lugares que le dan espacio y donde la gente puede buscar con mas facilidad. Es cuestión de atreverse. Por supuesto esto conlleva una gran responsabilidad.

La verdad es que todavía nos falta aprovechar todos los espacios y oportunidades que existen. Yo he hecho un par de experimentos y no me ha ido mal. Tengo que mejorar, dedicarle más tiempo. Pero ahí vamos.

Otra arista del tema es cual es el impacto ambiental de estas tecnologías. Como todo, una vez que se masifica empieza a ser un problema. Por un lado está la parte física. Todos los materiales y recursos naturales que conllevan la fabricación de las computadoras y las redes. Materiales como el cobre que para ser extraídos de la tierra causan un gran impacto ambiental y social. Todo el uso de agua. Y luego, el desperdicio, la basura tecnológica, las baterías. Cada vez será peor, quizás no tanto como los pañales pero si algo de consideración.

Habrá que hacer un análisis de costo beneficio. Pronto

lunes, 8 de junio de 2009

Los Mares

Ahora resulta ser el Día de los Océanos. Se vaya llenando el calendario con días relacionados al ambiente. Antes solo había del día del ambiente, que pasaba desapercibido. Ahora hay el día del agua, el día de la biodiversidad, el día de la tierra, el día del árbol, el día del clima, el día de los humedales. Días para todos los gustos.

En cierta forma uno puede pensar que hemos avanzando en el tema de la conciencia ambiental. Hay más celebraciones, ergo, hay más conciencia. En parte, debo reconocer que si. La pregunta es, en la práctica, a la hora de mantener los sistemas de vida del planeta tierra, avanzamos o retrocedemos?

La lucha es complicada. Una población humana en aumento, las ansias de consumo en aumento, la inequidad rampante, los conflictos sin resolución. Parecería que estamos más mal que bien. No creo que alcance con un pequeño golpe de timón. Se necesita una revolución, un cambio de rumbo total. Ir hacia otro lado. Aprender a usar nuestros recursos, volvernos más humanos y solidarios, abrir nuestras mentes y corazones, cambiar nuestras prácticas diarias.

Pero esto de los días, a ratos, nos crea una falsa sensación de que vamos bien. A mi me da la impresión de que nos complica las cosas, porque nos hace creer que hay mayor compromiso. Pero yo lo que veo es que el compromiso termina cuando se habla del crecimiento económico. No hay ningún país o región que haya decidido estancar su crecimiento económico o disminuirlo en nombre de la conservación o de un desarrollo social más adecuado. Será eso muy radical?

Supongo que dirán que el crecimiento actual no basta para sacar a todos de la pobreza, que necesitamos más riqueza. Será? O será que lo que necesitamos es repartir mejor, dejar tanta práctica corrupta?

Es que uno hace números y no entiende. Si se dejaran de lados, los astronómicos presupuestos de "defensa" (o ataque, según el caso), alcanzaría para mejorar las condiciones de la población en un 100%. La pobreza sería menos pobreza. Además, se podría manejar el manejo de los ecosistemas, de la biodiversidad. Pero nada parece indicar que eso vaya a cambiar.

Los oceános tienen muchos problemas. Sobrepesca, contaminación. Los océanos son una de nuestras principales fuentes de vida. Tanto como reguladores del clima, como proveedores de alimentos y generador de ingresos, así como absorvedor de nuestros desperdicios. No podemos darnos el lujo de perderlo.

Que bueno que haya un día para recordar eso. Para ver un vídeo, para hacer alguna cartelera. Ojalá alcance

lunes, 1 de junio de 2009

Día del niño

Empieza junio. Y empieza con una de esas celebraciones desubicadas que algunos de los que se llaman seres humanos necesitan para recorda lo importante que es tratar bien a los niños.

Yo como soy rebelde le dije a mi hija de tres años que yo no creía en el día el niño. La mama se escandalizó, me miró mal. Igual, ella le dio un regalo y ahora se la lleva al centro comercial a tomar un helado y a comprarle algo de parte de los abuelos. En fin. No me siento culpable porque yo pienso en mi hija todo el tiempo y la cuido todos los días del año. Jugamos, aprendemos, nos divertimos, nos peleamos. En general creo que nos llevamos y nos entendemos bien. Yo quisiera que ella fuera más obediente y menos asustadiza. Pero seguro ella también tiene su listado de cosas que le gustaría mejor de mi.

No creo que haya nada que celebrar, más allá del profundo agradecimiento con la vida por poder compartir todos los días con ella y disfrutar sus locuras y sonrisas

Por otro lado, el 5 de abril se celebra el día del ambiente. En principio es mi día. El día más relacionado con el trabajo que realizo. Y aunque por el tema de comunicación me parece importante, mis prinicpios me impiden celebrarlo. El ambiente tampoco necesita un día para mi. Todos los días estoy inmerso en sus garras. Tratando de hacer cosas para mantener los sistemas naturales que sustentan la vida. Claro, unas veces estoy cerca y otras veces estoy lejos. Es una tarea complicada y siendo un citado casi burócrata, a veces es un poco lejano.

Pero a veces logro conectar. Poner a la gente adecuada en el contexto adecuado y catalizar procesos que derivan en conservación. Puede que sea un poco difícil medir mis actividades en hectáreas de conservación o en número de personas que han cambiado de comportamietno, pero a través del tiempo algo he hecho. Más que nada, he construido un castillo que ha sido derrumbado pero que siempre vuelvo a levantar.

En menos de una semana, celebraremos estos dos días. La reflexión que quería hacer hoy es lo importante que sería funcionar los dos días. Quizás escoger el 3 de junio para celebrar el día ambiente niño o del niño ambiente. Una combinanción explosiva. Por que para que conservamos la naturaleza si no es para que nuestros hijos puedan sobrevivir y disfrutar de un planeta hermoso? Para qeu conservamos si no es para que los niños y las niñas pueden tener un entorno sano y puedan ser felices.

El camino es duro y arduo. Hay gente que piensa que sus hijos van a estar bien porque les dejan mucha plata, pero yo creo que eso es una ilusión. Si no les dejamos un planeta habitable no habrá recursos financieros que permitan la supervivencia del ser humano. Somos cada vez mas y los recursos siguen siendo los mismos. Por eso, el único camino es la eficiciencia en el uso de nuestros recursos. Algo de lo que estamos muy lejos todavía.

Nuestros hijos se mercen todo. Pero sobre todo, un planeta tan bonito como el que todavía tenemos

viernes, 29 de mayo de 2009

Monos aulladores en Balzar

A veces tengo la tendencia a pensar demasiado en bosques naturales prístinos. Lugares inaccesibles, llenos de biodiversidad, naturales a mas no poder. Casi intocados por el ser humano. Por eso me gustan tanto las áreas protegidas, por eso me molestan tanto las amenazas.

Pero el otro día me di un baño de humildad. Fui a conocer una hacienda donde se está realizando un experimento de silvicultura. Es decir, de mezclar pastos con cobertura arbórea y mejorar la productivdad de la ganadería y beneficiar a la naturaleza. Yo paso un poco del tema, pero en cambio, me interesa que si en esas fincas hay remanentes de bosques, éstos permanezcan en el tiempo. Para mi, esto es tirarme al otro extremo. Empezar a jugar las grandes ligas, trabajar con propietarios privados, con sectores productivos. Dejar las razones románticas y buscar razones económicas. Será posible?

No se, pero de eso se trata. El baño de humildad vino porque no pensé encontrar nada que valga la pena. Revisé algo de literatura, revisé los mapas. Todo parecía indicar que no había chance de encontrar nada.

Y así fue al principio. Recorrí las carreteras del gran Guayas, bien mantenidas. A los costados, arrozales. Y luego, al llegar cerca de Balzar, apareció algo de teca. Al entrar a la finca nos encontramos con unos tecales grandes. En teoría 200 hectareas. Pero de repente, el paisaje cambió. Nos encontramos en un bosque natural. Básicamente mucho guasmo. Y pensé que sería un bosque pequeño, pero no, no era tan pequeño. Nos bajamos a caminar y encontramos árboles de buen diámetro. Fernán Sánchez, Samán, Guachapelí. También algo de guarumos, los guasmos. En la ramas, bromelias y orquídeas. Aves típica de bosques intervendios. Garrapateros, horneros y palomas.

De repente, entre las ramas de un samán, algo se movía. Monos aulladores, una tropa de 6 a 8 individuos. Estaban muy altos y a contraluz, pero igual les pude tomar unas fotos. No está mal para un bosque se seguramente está aislado. La persona que nos acompañaba nos dijo que en el bosque había venados, tigrillos, guantas, guatusas. Y en los ríos, bocachicos y otros peces.

La pregunta del millón es, vale la pena conservar esto? Y la respuesta es si. Es un lugar aislado que probablemente no puedan mantener poblaciones de jaguares, pero si una diversidad menor que es mejor que nada. Es lo poco que queda por la zona así que tiene más valor todavía.

El desafío es trabajar con el propietario y valorar la práctica de conservar el bosque. Los fines altruistas sirven pero son poco seguros. Hay que buscar alguna forma de beneficiar al propietario a cambio de mantener el bosque y recuperar ciertas áreas.

Por lo pronto, ahi estuvo la sorpresa. Y la lección. No solo de áreas protegidas vivirá el conservacionista.

lunes, 25 de mayo de 2009

Ecuador Diverso...por el dia de la biodiversidad atrasado

Montañas, ríos, mar, quebradas, riachuelos, lagunas, pantanos, glaciares, selvas, páramos, bosques, acantilados, volcanes, nevados, lagos, arenales, desiertos, matorrales, sabanas.

Papaya, mango, araza, aguacate, naranja, mandarina, lima, banano, orito, sandia, melón, babaco, badea, coco, piña, granadilla, ciruela, tamarindo, pera, manzana, uvas, limón, mamey, zapote.

Papa, melloco, lechuga, tomate, pimiento, cebolla, perejil, maíz, arroz, cilantro, ají, café, cacao, oca, zapallo, brocolí.

Sahino, tucán, piqueros, corvina, robalo, chame, papagayo, loro, perico, perezoso, boa, jambato, sapo, rana de cristal, equis, anaconda, salamanquesa, lagartija, iguana, jaguar, puma, tigrillo, mono, oso, tapir, murciélago, pelícano, atún, tiburón, manta raya, fragata, colibrí.

Fritada, hornado, chugchucara, caldo de pata, caldo de maguera, sopa de bolas, sancocho, seco de chivo, arroz con menestra carne y patacones, llapingacho, mote pillo, mote sucio, ayampaco, cecina, guatita, cebiche, corviche, cazuela, tortillas de maíz, biscochos, greñoso, tigrillo, yaguarlocro, locro de papas, helado de paila, higos con queso, encocado.

Guayacan, cedro, pumamaqui, bálsamo, Fernán Sanchez, ceibo, puya, orquídea, bromelia, helecho, membrillo, pechiche, guasmo, jigua, matapalo, ciruelo, nogal, aliso, sauce llorón, almendro, acacia, manglar, algarrobo.

Playas rocosas, playas arenosas, islas, islotes, plataforma continental, coral, bajos, olas, viento, marea

Huaorani, chachis, montubios, quichuas, siona, secoyas, cofanes, shuar, achuar, záparas, afros, awa, mestizos, extranjeros, hombres, mujeres, niños, ancianos.

Vaca, chivo, perro, gato, cerdo, cuy, conejo, cabra, gallina, pavo

Temblor, terremoto, El Niño, inundación, deslizamiento, erupción, avalancha, sequía, helada, vientos, polvareda.

Deforestación, erosión, contaminación, cacería, especies invasoras, monocultivos, tráfico de especies, tala, derroche de recursos, basura, metales pesados, plaguicidas, ruido, aguas servidas

Rosas, banano, camarón, café, cacao, palma africana, petróleo, frutas tropicales, madera, cobre, oro, plata.

Azul, amarillo, rojo, violeta, verde, celeste, morado, gris, negro, blanco, marrón, anaranjado, café.

Canicas, trompo, indor, ecuavolei, macateta, rondas, cometas, cuerda, rayuela

miércoles, 20 de mayo de 2009

Puna

Voy a pecar. Pero bueno, nunca he dicho que esto sea periodismo. Quisiera que lo sea pero no tengo los medios, solo mi cabeza y el tiempo que le robo al trabajo. No puedo ir a las fuentes ni visitar los sitios....

Entonces con que cara opina?

Pues nada, con el derecho de un ciudadano comun. Nadie tiene porque leerme o por que creerme.

Toda esta lata para empezar a hablar de un tema importante. La explotación del gas en Puná. Otra vez enfrentados a la dicotomía de desarrollo y conservación. El desarrollo representado por la posible explotación de un recursos natural. La conservación representada por uno de los ecosistemas menos atendidos y más importantes del país. Los ecosistemas de manglar y bosque seco de la isla Puna.

Para variar, llegamos tarde. La discusión en este momento es un poco inútil. Hay un poder muy grande del gobierno empeñado en la explotación del gas. Y detrás los intereses económicos de diferentes actores. Ojo no digo que esos intereses sean malos, solo digo que están ahí. Además, está la gente con necesidades en Puná. Un rincón olvidado y desconocido. Tan cerca de Guayaquil y tan lejos.

Es que nos dormimos, es que no hay nadie vigilando estos temas ni estos espacios. Donde estabamos me pregunto yo? No es que el hecho de la explotación estaba camuflado. Algo sabíamos pero no actuamos a tiempo. También hay que manifestar que no ha habido suficiente información de parte del gobierno. Una obra de esta magnitud e importancia debería conocerse más, ser más transparente. Pero para variar, cuando el gobierno piensa que puede haber contradicción por el tema ambiental, mantiene el perfil bajo lo más posible, para que los actores que ya son débiles per se, tengan poco espacio y más debilidad. No es una estrategia nueva, es una de las herramientas de la larga noche neoliberal que no se ha elliminado.

Supuestamente ya está declarado el proyecto como de prioridad nacional. Entonces se supone que todos debemos sentarnos y aplaudir. Pero habemos estúpidos que no entendemos eso, que nos cuesta bajar la cabeza y hacer reverencia.

No creo que sea este el espacio para hacer una pleitesía de lo que implica para la biodiversidad del Ecuador el golfo de Guayaquil y la isla Puná específicamente. Lo único que quisiera decir es que varios estudios, incluso aquellos avalados por el Ministerio del Ambiente y por SENPLADES identifican a la zona como una prioridad de conservación. Entonces, por que, esas decisiones y prioridades son de segunda categoría frente al Ministerio de Minas y Petróleo? Bueno, el punto es que el lugar es importante y único. No hay un otro lugar en el mundo como Puná. Y no estoy hablando solo de plantas y animales, sino de una ocupación ancestral de la isla.

No soy fatalista, no creo que todo se vaya a acabar. Pero si pienso que el ambiente se va a afectar y no he visto los estudios de línea base que en base a investigaciones serias y profundas indiquen la importancia del lugar y las acciones que deben implementarse para proteger la biodiversidad.

Hace un par de meses se acercó a mi un consultor que estaba haciendo algún estudio. Yo le dí información referencial porque no tengo información específica. Pero estoy casi seguro que no había mayor intención de hacer un verdadero inventario de flora y fauna. Estudios sobre remanencia de ecosistemas y sobre fragmentación. Ojalá me equivoque. La pregunta es donde están esos estudios. Me sorprende el tiempo porque si ese señor me contacto hace dos meses y ahora ya se va a explotar, no se en que tiempo se pudieron hacer estudios serios.

Puna. Por lo menos el tema va a poner a la isla en la palestra. Por lo menos nos podremos acercar a la realidad social de la isla. Ojalá, a más de las migajas sociales con que van a compensar a los pobladores, se les ofrezca verdaderes oportunidades de desarrollo. Ojalá se tomen las medidas necesarias para conservar el ambiente y los recursos arqueológicos. Ojalá se respeten las normas.

Donde estan el Municipio? el Consejo Provincial? Hay que defender a Guayaquil y al Guayas. Puna es Guayaquil, Puná es Guayas. No nos ahuevemos......

Donde estamos las organizaciones de conservación, donde estoy yo?

No puedo dejar de ser autocrítico. No se trata de amarrarse al manglar, pero si de discutir, de exponer los criterios. La sociedad civil puede estar de acuerdo con este gobierno pero también puede estar en contra de las cosas que se hacen mal.

Discutamos el modelo extractivista, discutamos la conservación del Golfo, discutamos la verdad sobre los estudios de impacto ambiental, sobre los procesos de participación social, discutamos el papel de los gobiernos locales.

Insisto, donde estaba yo???? Maldicion

sábado, 16 de mayo de 2009

Turismo y Conservación

El turismo puede ser una estrategia de conservación y una oportunidad de ingresos para las poblaciones aledañas a un área protegida. Pero el turismo también puede ser una amenaza si no se lo maneja de manera adecuada.

El turismo es una estrategia de conservación cuando a través del mismo las poblaciones locales o los propietarios de espacios naturales los conservan para brindar el servicio turístico. Muchas veces dicho cuidado implica una inversión importante de recursos económicos. En ese sentido, la naturaleza puede ser el atractivo por si mismo o el escenario donde ser realizan diferentes actividades de turismo rural, de aventura, agrícola u otro. También, en ciertos casos, el turismo puede ser una fuente de ingresos generando algunos recursos para el manejo del área protegida. El problema es que por el esquema institucional en el Ecuador, dichos ingresos no regresan directamente al área protegida sino que van a la cuenta única.

El turismo es una oportunidad de ingresos para las poblaciones locales pues genera empleos locales. También, en ciertos lugares, donde la gente se organiza y tiene acceso a financiamiento, pueden ser empresarios y recibir las ganancias más allá de un sueldo. Igual que cualquier negocio, el turismo es una actividad complicada que requiere conocimiento y mucho esfuerzo. Pero si se dan las condiciones puede rendir beneficios.

En cambio el turismo puede ser una amenaza cuando el número de visitantes es mayor al que pueden soportar los ecosistemas, o cuando para atender a los turistas se demandan recursos adicionales. Y aunque no tiene una relación directa con el ambiente, el turismo puede causar conflictos sociales e inequidades.

Por todo esto, es importante tratar de que el turismo no ocurra de manera espontánea. El turismo debe planificarse para maximizar los potenciales beneficios a las poblaciones humanas y a la conservación de la biodiversidad y para mitigar sus impactos negativos. Sucede muchas veces, que ante la falta de otras alternativas, muchas poblaciones ven en el turismo una oportunidad. Y puede ser una oportunidad pero no es solo cuestión de tener los atractivos. Es importante desarrollar productos y servicios, contar con infraestructura adecuada y más que nada, realizar procesos de mercadeo importante. El turismo es una actividad especializada que requiere profesionales en diferentes ámbitos.

Uno de los problemas es que el turismo se vuelve un tema dominante y opaca la verdadera misión de las áreas protegidas que es la conservación de la biodiversidad. El turismo es una estrategia de conservación, pero no la única actividad relacionada.

Un caso de análisis puede ser el Parque Nacional Machalilla. Esta área creada hace 30 años posee una biodiversidad única, representativa de los bosques secos. Además, es un área con un gran acervo cultural y una ocupación continua comprobada por más de 8000 años. Muchos de estos recursos naturales y culturales son atractivos turísticos y de hecho reciben visita. En un estudio se registra que desde el 2005 el área recibe alrededor de 28.000 visitantes al año, de los cuáles, el 60% son extranjeros. Esta visitación ha generado USD 170.000 al año.

Este nivel de visitación está dando al área un reconocimiento como destino turístico nacional e internacional. Los principales atractivos son la observación de ballenas, caminatas por senderos naturales, museos arqueológicos y observación de vida silvestre. El turismo ha generado un interés de la población local en la conservación del área como un medio alternativo de sustento. Además, se han generado ingresos para personas locales, aunque de todas maneras las mayores utilidades se reciben fuera del área. Si bien podría ser un poco aventurado decir que el turismo es una amenaza, existen elementos que pueden considerarse alertas sobre este tema. Se han evidenciado afectaciones al mundo submarino por los anclajes de los barcos, los turistas alimentan a los animales silvestres. Pero quizás lo más importante es que el manejo del parque está limitado por los recursos humanos de que dispone y más del 80% de su esfuerzo está concentrado en el manejo del turismo, dejando de lado, temas de gran importancia como el control del manejo de los recursos naturales, la conservación y manejo de los recursos arqueológicos, entre otros.

Es importante considerar el turismo como una estrategia de conservación, pero entender también sus implicaciones positivas y negativas. Como decíamos al principio. Lo importante es planificar y no dejar que ocurra de manera espontánea.

miércoles, 29 de abril de 2009

Conservación con comunidades en Chongón Colonche

Cordillera Chongón Colonche

La cordillera Chongón Colonche es un sitio importante por la ocupación ancestral del territorio, por su diversidad biológica, por el endemismo y por los servicios ecológicos que presta a las comunidades locales (materia prima, agua, oportunidades de recreación).

Dentro y alrededor de la cordillera encontramos aproximadamente 20.000 personas que se dedican principalmente a la agricultura y ganadería. Además, se extrae madera, productos no forestales (tagua, paja toquilla, miel, lana de ceibo, caña guadua). La principal forma de organización de la zona es la comuna que es una figura legal que permite la propiedad colectiva de la tierra y que en ciertos casos ha sido usada como una herramienta de defensa de territorios ancestrales. Los niveles de pobreza en la zona son altos, en algunos casos por arriba del 80% de la población, y los servicios básicos como el agua, el saneamiento ambiental, la educación y la salud son deficitarios.

La diversidad de la zona se da a niveles de ecosistemas, especies y genes. En la zona existe un mosaico de ecosistemas que van desde matorrales secos, diferentes tipos de bosques secos y bosque de garúa, llamados así por la presencia anual de neblina y precipitación horizontal. En cuanto a fauna, tenemos más de 200 especies de aves, más de 100 especies de mamíferos. Otros grupos no han sido estudiados a profundidad. Además de la diversidad es importante el endemismo. Más de 30 especies de aves son endémicas de la región tumbesina y se considera que un 20% de las especies de plantas también son endémicas. Toda esta importancia de biodiversidad ha sido reconocida por diferentes estudios a nivel nacional, por la declaratoria de bosques protectores y áreas protegidas y por la designación como Área de Importancia para las Aves.

Finalmente, los ecosistemas de la cordillera son importantes porque proveen de algunos servicios ecológicos a las poblaciones humanas. Por un lado está el agua que abastece a las poblaciones dentro de la cordillera y también a grupos humanos externos. El agua se utiliza para consumo humano pero también para procesos de producción agrícola y para la recreación. Los bosques proveen madera y productos no forestales que han sido tradicionalmente utilizados por las comunidades. También encontramos en la zona atractivos turísticos de interés como son las aves, los ecosistemas naturales, cascadas, vestigios arqueológicos, entres otros.

Para conservar esta zona, 21 grupos de comunidades locales, Fundación Natura y el Ministerio del Ambiente han trabajado en una propuesta de conservación que devuelve a las comunidades la responsabilidad de manejar su territorio con fines de desarrollo y conservación. Este manejo implica la implementación de unas normativas comunitarias para el uso de los recursos naturales de la comunidad. Bajo este sistema existen 155.000 hectáreas de territorio y 71.000 hectáreas de bosque permanente. Actualmente, como un incentivo por su esfuerzo de conservación, las comunas y grupos de conservación reciben un incentivo monetario de acuerdo al número de hectáreas de bosque permanente que ellos conservan. Con este incentivo se cubren la mayoría de los costos de conservación y en algunos casos existen saldos positivos que permiten inversión en temas prioritarios de las comunidades.

Las elecciones nos reflejan

Creo que cada actuación nuestra como país refleja un poco lo que somos. Y las elecciones realmente lo hacen. Por un lado ese fervor patriotero. Todo el mundo se cree el discursito de que su voto cuenta, que este es un deber cívico. Ya solo falta la música de fondo. Yo no me como el cuento, uno vota y luego nadie hace caso lo que uno dice.

Las elecciones son un reflejo de nuestra diversidad. Afuera de los recintos se vende todo lo que uno pueda imaginar. Desde comida de picar hasta verdaderos almuerzos. Y en la calle se vende de todo. Juguetes, artefactos, ropa. Esta última vez me sorprendió que hasta vendían subscripciones a cable. Ya nos hemos vuelto sofisticados. Poco a poco, la televisión pagada deja de ser un lujo y se vuelve accesible a más gente. Y eso que está cargada de impuestos.

Nos reflejan las elecciones en lo desorganizados. Generalmente todo es desorden y caos. Por un lado las autoridades no hacen todo del trabajo y la gente tampoco se da el tiempo para informarse. Deambulan por ahi.

Y llega la hora de los resultados. Ojalá nos coja confesados. Por lo general tenemos exit polls. Luego vienen los escrutinios. Pero cada vez se vuelven más sofisticados y más lentos. Lo cual genera duda. Es más, hay poco lugares donde no ha habido reclamos. Está la gente que no saber perder, pero también los pequeños fraudes e incosistencias. En algunos lugares se forman grescas, hay reclamos.

Y luego pasa el tiempo y nos olvidamos de que votamos por alguien o por algunas ideas. No defendemos el voto, lo dejamos perder. Muchos piensan que con votar, ya todo está resuelto.

Por eso digo que las elecciones nos reflejan. Y que tiene eso que ver con el ambiente, me pregunto. Directamente casi nada, pero indirectamente si porque más o menos eso es lo que sucede.

La gente exalta la conservación, lo consideran una obligacion. La biodiversidad del país se refeja en los alimentos y en las formas de encarar el asuston. Luego están las peleas y desacuerdos porque no podemos concensuar. Y finalmente, a pesar de todo el fervor, todo queda en nada. Nadie se preocupa.

miércoles, 22 de abril de 2009

Tierra del día

A mi siempre me gusta darle las vueltas a las cosas. Y entre mis temas recurrentes está el menosprecio a escoger algún día del año para celebrar algo. Solo admito cumpleaños y más como una excusa de ver a los amigos que como cualquier otra cosa. Claro que es un poco contradictorio porque como un comunicador, se que las fechas especiales son una buena oportunidad para llamar la atención. Pero mi subconsciente genera rechazo. No lo puedo evitar.

Hoy es el día de la Tierra. Pocos recuerdan sus orígenes que tienen que ver con un senador gringo que logró movilizar gente para poner el tema ambiental en la agenda. Nelson se llamaba. Ahora es de todo un poco. Es más, hoy, por esos efectos de la globalización, Evo logró que la ONU reconozca este día como el día de la Pachamama. Es decir, la acción civil y de libertades a ultranza de los gringos y la cultura indígena ancestral.

La verdad, hay muchas maneras de celebrar. Con eventos, con publicaciones, con lanzamientos. Hoy más que nunca hay muchos medios tecnológicos que le permiten a uno expresar. Las redes sociales, Youtube, los blogs. Y los típicos. La televisión, la radio, los periódicos, eventos.

La gran diferencia es que hace unos dias años no se hablaba mucho. Ahora se habla demasiado. Demasiado en el sentido de que muchos se apropian del discurso y lo manosean. Los empresarios hablan de responsabilidad ambiental, pero no dudan en hacer estudios de impacto ambiental viciados. Los gobiernos locales hablan del tema, pero siempre y cuando no les afecte. Si alguien contamina que pague, pero si ellos sacan piedras de los ríos, está bien. Hasta los ambientalistas, se quejan de la minería pero consumen artículos que dependen de la minería, como las computadoras o el internet. Porque todos queremos la banda ancha que nos brinda el cobre.

Uno puede tomar el tema por el lado positivo. Por todas las cosas buenas que están sucediendo. Por una mayor conciencia, por acciones positivas, por modelos de conservación exitosos. También podemos hacer una apología del desastre. El cambio climático inminente, las enfermedades, la distribución del agua. O también uno puede relacionar el ambiente con otros temas. El arte, la pobreza, la forma de hacer negocios. En todo caso, siempre será mejor el equilibrio.

El problema es que muchas veces el tema pasa por la corrupción. O por los absurdos del sistema. Como podemos gastar más en armas que en combatir la pobreza y la desnutrición. Como permitimos que se invierta inadecuadamente los recursos para la conservación.

Hay muchos matices, muchas entradas. Quizás algo importante es preguntarse que ha hecho uno por la conservación el día de hoy. Que vamos a hacer mañana. O que hicimos ayer.

La reflexion final que quería hacer es sobre el nombre del planeta. Tierra. Porque lo habremos llamado tierra a un planeta que es agua. 70% agua. Incluso nosotros, los seres humanso y casi todos los seres vivientes somos en un 70% agua. Esa agua sin la cual no podemos vivir. Una persona decía, que hay debajo de los océanos. Pues una capa de tierra, pero una muy fina llamada corteza. Debajo está el fuego que es líquido. Más agua. A la larga, no tiene tanta importancia, pero me parece algo interesante.

Ahi va mi granito de arena.

sábado, 18 de abril de 2009

Sendero Quimis

El sol caia duro. Pero no hacía tanto calor. Habíamos quedado en reunirnos para evaluar un posible sendero en la zona seca de Quimis en la provincia de Manabí, a medio camino entre Jipijapa y Montecristi. Estabamos Mario de Quimis, Juan, especialista en senderos, Fernando un biólogo que está diseñando los senderos Paulo que coordina un proyecto de conservación en la zona y yo, que trato de ayudar en el área.

Siempre que menciono que trabajo por esa zona, la gente piensa en que hay no puede haber nada. Solo ceibo, maíz y rastrojo. Pero eso es lo que a mi me gusta del bosque seco. Que aunque puede causar una mala impresión al principio es un lugar fascinante, lleno de vida. Y más que nada de una vida muy especial, adaptada a la falta de agua.

Empezamos a caminar antes de las tres de la tarde. Entramos por una zona de cultivo de maíz. No había mucho en todo caso. Desde este lugar ya se veían los primeros ceibos. Ya estaban sin hojas, hace unas tres semanas que ya dejó de llover. Está empezando la floración. Es increíble. Empieza la época seca y la vida empieza a explotar. El ceibo es importante porque la flor es forraje para los animales, la lana sirve para hacer cojines y colchones y la flor sirve para la miel. Es un árbol muy productivo pero que la gente no valora mucho. Además de todos esos usos humanos el ceibo es un hábitat importante para especies vegetales como las epífitas que conviven con él o para las colembas que hacen sus nidos en las ramas.

Paulo, hablaba siempre de este lugar como un problema para el sendero, en el sentido de que no es natural. Yo discrepo porque la parte agrícola también puede ser un elemento interpretativo interesante. Para los públicos urbanos, conocer cómo se cultiva y conocer datos de la realidad de campo puede ser algo muy importante. Además, que el maíz como tal tiene muchas historias para contar. Es parte integral de nuestra cultura.

Ni bien empezamos a caminar ya hay cosas interesantes. Plantas rastreras, plantas de mate, unas esponjas naturales. Y bueno en el sendero iban apareciendo cosas. Más que nada plantas. Ceibos, palo santo, cactus, bromelias, árboles de troncos rojos. La primera parte del sendero estuvo suave. Una subida pero sin mucha dificultad.

En cada etapa íbamos viendo un poco lo que se necesitaba para hacer un buen sendero. Juan nos explicaba técnicas importantes para mejorar la experiencia del visitante y para evitar los daños en el sendero. No eran cosas del otro mundo, más bien cosas muy lógicas, pero que muchas veces no se aplican. Lo que sucede es que la gente piensa que tener senderos es solo abrir un camino a machete.

Para mi lo importante es que los chicos vean que se trata de un tema con mucha técnica. Que hay que pensar en los atractivos, pero también en los visitantes. Que se deben hacer obras para facilitar la caminata y evitar la erosión. Que se deben aprovechar los atractivos y no hacer senderos rectos ni tampoco muy abiertos. Que debe haber espacios para descansar, para admirar el paisaje y para el descubrimiento. También hablamos de la promoción, de la participación local. Otra vez, este es un tema de mucha ciencia y muy complejo.

La primera parte como decía fue sencilla. El sendero estaba abierto. Llegamos incluso hasta un camino carrozable. Según decía Mario, el camino antiguo entre Montecristi y Jipijapa. Esa es otra cosa importante de este lugar y que no valoramos en su justa dimensión, la historia y la cultura. Necesitamos rescatar eso. Para conocer de donde provenimos, para poder generar orgullo y ciudadanía.

Luego de ese camino la cosa se puso un poco más difícil. El camino no estaba abierto y aunque el sendero estaba bien marcado y no se podía uno perder, a ratos se cerraba. Y claro, empezamos a sentir el bosque seco en toda su fuerza. Nada de montañas demasiado empinadas pero si largas subidas. Muchas espinas y matorrales cerrados. El aroma del palo santo, el pegamento del muyuyo, las ramas secas. En un lugar, paramos y Juan explicaba algo y para hacerlo arrancó un tronco seco y descubrimos que dentro se escondías dos zarigüeyas bebes. Para estas cosas son fascinantes porque me hacen dar cuenta de que lo que vemos por encima es una cosa, pero hay mucho por explorar y descubrir.

Esta parte requirió de nosotros un cierto esfuerzo. Pero fue bueno porque llegamos a un lugar donde había una buena perspectiva del lugar. Se veía un bosque intervenido pero con cobertura vegetal. Por supuesto emergían los ceibos. También se veía mucho palo santo. Yo, como en el resto del camino, me dediqué a tomar fotos para tener un registro del lugar.

También vimos en este lugar un lugar utilizado ancestralmente. Unos huecos rodeados de piedras. La gente les llama tolas. A simple vista son huecos con piedras, pero dentro se encuentran piezas arqueológicas. Lamentablemente en muchos lugares, la gente los ha sacado para vender y han eliminado cualquier posibilidad de realizar estudios. Me da tanta frustración este tema. La gente no conoce lo importante que es nuestro patrimonio cultural. Y eso combinado con la pobreza, implica la destrucción del mismo. Abajo, en la casa de un comunero nos mostro un recipiente que seguro era un molde y unas piedras con unas figuras impresionantes. Pero claro, fuera del lugar, sin el contexto, ya no sirven para nada arqueológicamente hablando.

De ese lugar emprendimos el retorno que fue sencillo. Por un sendero abierto. Aunque hubo colinas que subir la cosa estaba más suave. Con Juan veníamos hablando con Mario y fue interesante escucharlo. El decía que prefiere mil veces la miel que el maíz. En un año el hace por lo menos 3 cosechas. En cambio con el maíz solo una y muchas veces sale a pérdida. Yo creo que hay que buscar más gente como y convencer a la gente para que trabaja en el bosque y no contra el bosque. Hay muchos beneficios que pueden ser sustentables. El turismo, la miel, el palo santo, la lana. Y mejor si todo eso se combina. Incluso se podría pensar en cultivos orgánicos familiares como complemento que permitan una subsistencia más adecuada de las familias.

Llegamos al final. Nos tomamos el agua que nos brindó la gente. Descansamos un poco antes de regresar a nuestras casas. En Portoviejo, en Guayaquil, en Quimis y en Puerto López. Esta visita me deja sentimientos encontrados. Por un lado, veo todo el potencial de la zona. Está ahí, visible. Pero también soy consciente de los desafíos que implica. Organización de la gente, asesoramiento técnico y financiamiento. En todo caso, creo que recorrer el lugar es una buena motivación para seguir en mis esfuerzos de conseguir los recursos y los apoyos necesarios para que la conservación del lugar sea una realidad.

Creo que este lugar refleja los múltiples aspectos de la conservación en la cordillera costera. Una diversidad y endemismo importante; recursos del bosque que la gente utiliza; ocupación ancestral del área; dificultades económicas y organizaciones débiles; poco aprecio al lugar por parte de la gente del lugar y de fuera; proyectos de infraestructura cercanos que no consideran los aspectos ambientales; un poco gente local y conservacionistas interesados en el área; un estado central que no ha intervenido mucho en la zona y gobiernos locales que no trabajan en conservación de la biodiversidad.

Es, en definitiva, un buen lugar para conocer y trabajar.

jueves, 9 de abril de 2009

Bosque Protector Cerro Blanco

El Bosque Protector Cerro Blanco fue creado en 1989 con 2000 hectáreas. Luego, debido a ampliaciones, tenemos que en el 2008 su superficie alcanza las 6000 hectáreas. Lo característico del bosque protector es el bosque seco, pero también tenemos bosques de trancisión hacia lo húmedo y unas quebradas con vegetación riparia particular.

Una de las cosas más interesantes de esta área es su cercanía de Guayaquil. En 20 minutos uno puede llegar del centro de la ciudad más poblada del Ecuador, a este refugio de la naturaleza. Caminando media hora en el sendero y penentrando 5 minutos en la quebrada, nos encontramos en la naturaleza pura. Es simplemente fascinante contar con un remanente de bosque tan cerca de Guayaquil.

Da para pensar, porque mucho de lo que ahora es Guayaquil era antes bosque seco. Pero la ciudad ha crecido y ha eliminado casi toda la cobertura vegetal. Y bueno, los bosques también fueron utilizados para obtener madera para la construcción pero básicamente para la contrucción de barcos.

Existen evidencias arqueológicas en Cerro Blanco que demuestran una ocupación ancestral del territorio. Pero claro, la reciente del lugar es la que más se conoce. Había en el lugar una hacienda de donde se sacaba madera, se realizaban cultivos y se tenía ganado. Además, se explotaba piedra caliza.

Su nombre, Cerro Blanco, no tienen un origen cierto. Algunas personas dicen que se refiere a la caliza. Otras personas dicen que tiene que ver con las nubes que cubren las montañas.

El bosque protector ha sido administrado por Fundación Natura en sus inicios y por la Fundación Pro-Bosque desde 1993. Durante todos estos años se han desarrollado actividades de investigación científica, de prevención y control de incendios forestales, de reforestación, de educación ambiental, de turismo, de rescate de vida silvestre. En realidad, el bosque es una de las áreas protegidas del Ecuador con mayor manejo.

Sin embargo, existen muchas presiones. Por un lado las canteras que avanzan hacia el bosque, por otro asentamientos ilegales que llegan muy cerca del bosque. Existe gente que entra a cazar o talar madera. Algunos incluso entran a causar incendios.

Es importante valorar el bosque protector porque es la muestra más importante de un ecosistema en peligro cerca de Guayaquil. Es un privilegio contar con un lugar así y es importante que todos nos involucremos en su conservación.

Comunicación

Uno de los aspectos más importantes de la conservación es la comunicación. Sin comunicación es imposible pensar en conservación. Y eso tiene dos matices

El primero es que la conservación es un asunto que depende de muchos actores. Se necesita coordinar acciones, alcanzar consensos, discutir temas. Y para todo eso se necesita canales de comunicación que sean efectivos y válidos. Es importante que todos los involucrados se conozcan entre si y que puedan interactuar de la mejor manera.

El segundo matiz es el de la comunicación como parte de las estrategias de sensibilización, concienciación y educación. Es necesario desarrollar en las poblaciones los conocimientos y los intereses necesarios para que la preocupación por la conservación se traduzca en acciones individuales y colectivas.

Existen muchos medios de comunicación posibles. Lo fundamental es escoger los adecuados de acuerdo al tema, a los interlocutores y el momento. Se puede trabajar con internet, pero también con representaciones artítisticas. Se pueden producir impresos o realizar programas de televisión. Todo es válido pero siempre y cuando sea un medio adecuado para los que emiten el mensaje y lo receptan. De nada vale hacer una página web bonita y práctica si la penetración del internet es mínima en nuestros interlocutores. No es útil producir libros si la gente no lee o el tema no es redactado de manera adecuada.

Los proyectos de conservación muchas veces reconocen la importancia de la comunicación pero no le dan suficiente tiempo ni recursos. Se asume que se puede hacer comunicación con pocos recursos. Y se puede, pero se debe contar con una persona que piense estratégicamente y que pueda liderar e implementar ciertos temas. Muchas veces, la comunicación es una cuestión de voluntad. De tomarse un tiempito para producir cosas que valen la pena. Por ejemplo, ahora, se toman unas fotos y se pueden hacer presentaciones en la computadora de manera sencilla. Claro, no será el documental de National Geographic o de Disney, pero sirve.

Creo que lo fundamental es reconocer la importancia de comunicación y actuar en concordancia.

martes, 31 de marzo de 2009

30 años Parque Nacional Machalilla

Este año (2009), el Parque Nacional Machalilla cumple 30 años de haber sido creado. 30 años es mucho tiempo. Son 3 decadas, 3 generaciones. Mucha agua ha corrido bajo el puente, pero la principal pregunta sería si los ecosistemas de Machalilla han sido conservados debido a la existencia y manejo del área protegida.

Como no tenemos un sistema de monitoreo confiable la respuesta es complicada. A vuelo de pájaro, viendo las cosas desde afuera uno pensaría que el Parque si ha logrado conservar sus ecositemas. A través de procesos complicados con la gente, pero a la larga el resultado ha sido positivo. En cuanto a conservación, porque la relación con la gente sigue siendo un poco díficil. Si yo voy a una comunidad y pregunto si están de acuerdo con la existencia del área, no estoy seguro de obtener resultados positivos. Algunos dirán que es bueno tener a Machalilla, otros no estarán de acuerdo. Y en general dependerá de los beneficios tangibles que ha logrado el área. En realidad no son tantos. Algo de visitantes para el turismo y para el comercio. Financiamiento para diversos proyectos de desarrollo con resultados variables.

El otro día, se hablaba de celebrar. Yo más me inclino por reflexionar. En vez de hacer todo un show hacia afuera, realizar procesos sostenidos hacia adentro. Abrir ventanas de diálogo con la gente, con las comunidades. Tener canales y actitud abierta para escuchar. Permitir que la gente sea la que celebre.

Yo creo qu es el momento de pensar que estamos haciendo bien y que estamos haciendo mal. Usar toda la información que existe sobre el área para tomar decisiones. Coordinar con los diferentes actores para conseguir acciones de impacto.

Machalilla es un área maravillosa. Se conjugan en la zonas los bosques secos, los bosques de neblina, el matorral, las playas rocosas, las playas de arena, los islotes, La isla de la Plata y el mundo submarino. Además, poblados rurales y una historia de 7.000 años de ocupación continua. Machailla es un área para la conservación, para la ciencia, para la educación, para la convivencia.

Han pasado 30 años, es hora de preparar los siguientes 30

jueves, 12 de marzo de 2009

Accion Ecológica

En lo personal, tengo serias discrepancias con Acción Ecológica. Algunas son discrepancias de forma. Por mi caracter me es dificil tolerar sus métodos, aunque reconozco que en cierta medida son necesarios para enfrentar a los poderes enquistados. Cuando uno habla bonito desde abajo lo miran con desprecio y hasta lo ignoran. Entonces hay que gritar, patalear, salir en los medios. Pero claro, eso a veces distorsiana el debate, vuelve un maniqueas las cosas que no son blanco o negro. Complicado.

Por otro lado, también tengo discrepancias de forma. Reconozco que han mejorado sus conceptos técnicos, que ahora tienen muchos más argumentos. Pero de todas maneras, a veces sus criterios son sesgados por la posición ideológica. Y a veces, y ahi mi discrepancia mayor, opinan sin argumentos y difaman a organizaciones serias. Yo no les puedo perdonar que usando juicios de valor no comprobados y haciendo acusasiones sin prueba, hayan influido para que la CONAIE envie cartas abiertas desprestigiando a EcoCiencia. Con metiras y falsedades repugnantes.

Sin embargo, de eso a que en un proceso por demás sospechoso se les elimine la personería jurídica porque están inscritos en el Ministerio inadecuado es una aberración sin límites. Lo lógico hubiera sido que sin quitarle la personería, les indiquen que tienen que incribirse en el Ministerio del Ambiente. Y simplemente cambiar de Ministerio. Eso partiendo del hecho de que cuando Acción Ecológica se constituyó no había Ministerio de Ambiente ni nada que se le parezca. Y entramos en subjetividades mayores si consideramos que el tema ambiental es un tema de salud. Es más, el enfoque constitucional base para el manejo del ambiene es el derecho a vivir en un ambiente sano. Así que en realidad no están tan perdidos. Por otro lado, la salud y el ambiente están tan relacionados que a ratos son inseparables.

Huele a represalia. Hay miles de fundaciones. Calculan que más de 5.000. Y solo han eliminado a unos pocas, incluyendo Acción Ecológica. Por lo menos Acción Ecológica es una fundación de verdad que funciona. No me consta que cumpla sus obligaciones, pero tampoco que no las cumpla. Además, que el acuerdo, no alega nada en ese sentido. Entonces por que eliminan a Acción Ecológica y no a tanta fundación fantasma que si existe. El argumento que no cumple los fines para los que fue creado es tan absurdo y arbitrario. Donde está un informe que diga eso. Quien juzga eso y que argumentos utiliza? Desde afuera, yo pienso que si cumplen. Estoy en desacuerdo en como lo hacen, pero trabajan en su línea. Hace poco también el gobierno elimina al PMRC usando unos argumentos similiares, pero sin informes de por medio. Es decir, al ojo. La pregunta es al ojo de quien.

El precedente es nefasto. No voy a hacer una apología de Acción Ecológica, pero no puedo dejar de expresar que la manera de actuar del gobierno es, por lo menos, visceral.

lunes, 9 de marzo de 2009

Naturaleza y Cultura

Hay dos cosas que son inseparables. La naturaleza y la cultura. Así dicho, es como muy general. Naturaleza y cultura son palabras pesadas, llenas de connotaciones. Pero a mi me gusta simplificar los conceptos. No darles tantas vueltas. Yo tenía un profesor de crónicas en la universidad que siempre hablaba de deconstruir. Es decir, alguien elabora un texto y los estudiantes o analistas lo analizan y lo deconstruyen. A mi me gustó el concepto aunque debo confesar que no me ejercito mucho.

La cultura necesariamente debe adapatarse al ambiente. Sobrevivir no es lo mismo en un frío polar o en el calor tropical, en una montaña o en una planicie, en un lugar que se inunda o en otro donde hay deslaves. La cultura, las formas de vida, el vestido, la alimentación, todo depende del entorno. Incluso en las ciudades donde nos alienamos, todo pasa por el entorno.

Pero resulta que la adaptación del ser humano ha logrado éxitos importantes y si bien en el pasado la capacidad de alterar la naturaleza era reducida, ahora es un tema importante. Nuestra tecnología nos permite cambiar el uso del suelo muy fácilmente.

Y como una espiral se enredan la naturaleza y la cultura. Por eso, al hablar de gestión cultural es imprescindible entender el entorno, que recursos están disponibles, que modos de apropiación existen, cuales son las limitantes ambientales. En cambio para hablar de conservación es importante entendes las estrategias de reproducción, las tradiciones, el bagaje cultural.

Hay un largo camino por entender. Aunque se han dado trabajos multidisciplinarios todavía es necesario profundizas la relación entres las ciencias sociales y las ecológicas. Todavía hay mucho desentendimiento.

Las perspectivas son buenas. Creo que es un acierto del gobierno tener un ministerio que coordinde ambos aspectos. Ahora, lo importante es que se coordine y que no sea la suma de lo uno y de lo otro. Que se discutan los temas, que se debata, que se integren. Eso requiere mucho esfuerzo. Capacitación, visión, liderazgo. Ojala sea posible.

sábado, 28 de febrero de 2009

Desarrollo sostenible

A ver, vamos a algo básico. El desarrollo sostenible o sustentable. Siempre me cansan las discusiones conceptuales al respecto. Los teóricos del desarrollo usan lenguajes que me confunden. Elaboran demasiado para mi gusto. Yo que pretendo ser un poco más pragmático trato de reducir los conceptos a cosas sencillas. Vamos a hacer un ejercicio escrito.

Primero me parece importante hacer una diferenciación importante. Es diferente sostenible o sustentable que sostenido. El desarrollo sostenido tiene una connotación demasiado inclinada al lado económico. No se trata de que la economía crezca indefinidamente. Más bien, uno de los temas es atar la economía al desarrollo ecológico y social.

Partiendo de eso, podemos hacer un análisis semántico. Sostenible y sustentable para mi son sinóminos. Ambos quieren decir que el desarrollo puede mantenerse en el tiempo. Aquí es donde entran los elementos sociales y ecológicos. Un desarrollo no puede sostenerse sino hay las bases para la vida. Los ecosistemas y los servicios que prestan. Agua, alimento, transporte, medicina, abrigo, recreación, elementos básicos para la creación de elementos sintético. Simplemente no podemos vivir sin agua por más de unos pocos días. Si no hay agua para tomar y para producir los alimentos, no hay desarrollo. Tajantemente

Por otro lado, es difícil pensar en el desarrollo sin un poco de equidad. Equidad vista desde diferentes puntos de vista. Genero, generaciones, diferentes capacidades, culturas. Las diferencias nos llevan a las guerras, las insatisfacciones a las revoluciones. Eso implica muerte, odio, destrucción de la base biológica.

Entonces, partimos del hecho de que necesitamos que los tres elementos entren en equilibio. Una ambiente sano, una sociedad justa y un crecimiento económico equilibrado. Bonitas palabras, pero difícil accion.

Antes de analizar si es posible seguir manteniendo este sueño vivo, me gustaría detenerme en el tema de las futuras generaciones. La definición clásica de desarrollo sostenible habla de satisfacer las necesidades de las actuales generaciones considerando las necesidades de las futuras generaciones. Palabras mayores y grandes problemas.

Primero, necesidades es un poco ambiguo. Hay necesidades básicas y otras necesidades que son más sociales. Pero los limites son difusos. Necesitamos alimentarnos, abrigarnos, descansar. Pero también necesitamos un Ferrari o un Rolex. Superfluós? Quizás pero esas son categorías sociales. Entonces, cuáles las necesidades actuales y cuáles las de las futuras generaciones? Es difícil imaginar el mundo del futuro. Hace 15 años, las computadoras eran bienes un poco superfluos, ahora vivimos atados a la pantalla. En todo caso, las futuras generaciones seguiran necesitando agua, alimento, abrigo y energía. Y serán muchos más. Las cuentas no cuadran. O quizás hasta cuadrarían pero la distribución de recursos inequitativa pone limitantes al desarrollo. El ejemplo clásico es que si uno usara el presupuesto militar de unos pocos países y usara la mitad, se podría reducir la pobreza y desnutrición de todos los países del mundo.

Pero volvamos al presente. Desarrollo sustentable? No se lo ve muy cerca. No quiero entrar en temas ideológicas, pero el ser humano parece insaciable. Siempre quiere más. Y generalmente quiere más dinero. Y eso a provocado un nivel de especulación que nos tiene sumidos en una crisis. Por ahí no se sostiene el desarrollo. Todo está en entredicho. Podemos seguir siendo ineficientes en el uso de energía? Podemos seguir desperdiciando agua? Podemos generar más riqueza?

Y claro, esa necesidad económica nos lleva a inequidad. Los qúe más tienen más siguen teniendo y los que menos tienen se alejan más de la élite. Las injusticias provocan resentimientos, conmoción social y enfrentamientos. Aumentan la inseguridad. Yo diría que hasta aumenta nuestra insensibilidad.

Producir más riqueza generalmente resulta en el uso de más materia prima. Más uso extractivista. Es decir sacar el material sin poder reponerlo. Destruir montañas para la construcción, deforestar las selvas para abrir caminos y hacer pozos. Eso elimina las fuentes de agua, limita las posibilidades del suelo de producir más alimento, contamina el suelo y el agua. Sin ser fatalista, hay que reconcer que los recursos son limitados y que pronto nos enfrentaremos a escasez.

Entonces? Sinceramente creo que el ser humano tiene la capacidad de adaptarse al entorno y que puede cambiar su forma de relacionarse con el ambiente. Pero eso no se dará así como así. Hay que trabajar y sensibilizar a la población. Estas reflexiones deben ser compartidas y discutidas. Tenemos que reaccionar. Hay dos formas. O salimos por las buenas, cambiando nuestros comportamientos por voluntad propia o por las malas, peleando por los recursos limitados del futuros.